miércoles, 15 de julio de 2020

¿CÓMO PODEMOS RESPONDER ADECUADAMENTE A LAS CRÍTICAS?


Hoy damos la bienvenida a David Leno Colorado, psicólogo especialista en neuropsicología cuya labor está centrada en la intervención psicológica con personas mayores. David va a abordar, a través de unos sencillos consejos, una cuestión con la que seguramente en algún momento de nuestras vidas hemos tenido problemas: las críticas. ¡Espero que os interese!

Las personas, como seres sociales que somos, en muchas ocasiones recibimos críticas de otras personas y no sabemos cómo afrontar adecuadamente estas situaciones e incluso llegamos a dejar de ser nosotros mismos.

Fuente: La mente es maravillosa

Pero si fuéramos capaces de reaccionar de forma adecuada (de forma asertiva) a esas críticas, tendríamos menos temor a ser fieles a nosotros mismos y expresaríamos mejor nuestros sentimientos. Hay muchos motivos por los que una persona puede criticar a otra, pero, por lo general, detrás de esa crítica hay un deseo de atención, de ser tomado en cuenta (tanto sus opiniones como sentimientos), por lo que, si reaccionamos mal, ésta se puede sentir frustrada y enfadada, haciendo que los conflictos que pueda haber empeoren y, en consecuencia, también la relación con la otra persona.

Lo primero que deberíamos hacer en este proceso es entender que por mucho que nos esforcemos, siempre habrá ocasiones en las que podamos ser criticados por otros (con razón o sin ella).

“Para gustar a todos, tendríamos que ser monedas de oro”

Lo más común cuando una persona recibe una crítica es que reaccione de forma negativa, que la entienda como un ataque y, por lo general, se responde con otro ataque de vuelta, incluso de forma más hostil. También hay otras formas de responder negativamente, como negar por completo lo que dice la otra persona sin analizarlo, evitar la situación y alejarnos, o no dar una respuesta y sentirnos mal por dentro.

Fuente: iDibujos

Nuestra forma de reaccionar a una crítica se puede agrupar en tres formas: inhibida, agresiva o asertiva. Veamos un ejemplo:

“Un alumno ha entregado un trabajo al que ha puesto mucha dedicación y cree que lo ha hecho bien, pero el profesor, al observarlo un poco por encima, le dice que no está bien.”

El alumno puede responder de varias formas:

  ü Inhibido: “Lo siento, no sabía muy bien como hacerlo de forma correcta”

  ü Agresivo: “No creo que con solo una ojeada pueda saber si está bien o mal hecho” (Tono de enfado)

  ü Asertivo: “¿En qué cree que falla?” (De forma tranquila y amable)

Las dos primeras formas de reaccionar no suponen una vía de solución al problema, más bien lo contrario, ya que la forma inhibida está llevando a que la persona se sienta mal consigo misma, y la forma agresiva con probabilidad causará tensión con el profesor. En cambio, en la respuesta asertiva, se abre una vía hacia la resolución del problema.

Fuente: 123RF                                                                                                         Fuente: freepik                                                             Fuente: Freepik

¿SE PUEDE APRENDER A RESPONDER DE FORMA ASERTIVA?

Con todo esto, ¿a quién no le gustaría ser capaz de aprender a afrontar las críticas de mejor forma?

Para ello, hay diferentes técnicas que se pueden practicar a diario para lograr responder de una forma más positiva a las críticas y reduciendo el malestar emocional que nos provocan.

Se considera que hay 4 pasos para dar una respuesta asertiva a las críticas:

Paso 1. Pensar de forma asertiva

¿Por qué la crítica hiere tanto a algunas personas mientras que otras pueden permanecer inmutables frente a ellas?

La respuesta a esta pregunta es la siguiente: lo que nos altera no son las otras personas ni lo que nos dicen, sino que es aquello que nos decimos a nosotros mismos al recibir la crítica. Ésta no nos hará daño si pensamos racionalmente y no dejamos que nos domine una forma de pensar negativa.

Para ello, hay algunas formas de pensar que nos ayudarán a mantener la calma y responder de manera asertiva:

  ü Cambiar las exigencias por preferencias: Esto quiere decir que, en lugar de mantener una actitud exigente frente a una crítica (“debo hacer las cosas bien y conseguir la aprobación de los demás” o “él no debería criticarme, es una mala persona si lo hace”), lo aconsejable son las preferencias, es decir, si bien preferimos hacer las cosas bien y obtener aprobación, en realidad no lo necesitamos.

  ü Aceptar que tenemos derecho a equivocarnos: Será más sano aceptar que, si nos critican, sea con razón o no, es algo normal, dada la propensión de todos los seres humanos a cometer errores. No debemos ser perfecto, y nadie lo es. En este caso, lo mejor sería reconocer nuestro error y tratar de corregirlo.

  ü Liberarnos de la necesidad de aprobación: Otro obstáculo que nos encontramos es creer que para sentirnos bien necesitamos la aprobación de otros en todo momento, y esto no es una expectativa realista, es imposible agradar a todo el mundo, y si lo fuera, para hacerlo habría que sacrificar quien es realmente uno mismo.

  ü Considerar que una crítica es un regalo:¿Por qué deberíamos considerarlo así? La razón es simple. Cuando la crítica es realista, ésta es una fuente de información valiosa que nos ayudará a conocernos mejor, y nos ayudará a evitar comportamientos no deseados. Y, en el caso de que la crítica no sea realista, también nos dará información de cómo nos ven los demás, dándonos pistas para mejorar nuestra habilidad de comunicar lo que deseamos.

Fuente: 123RF

Paso 2. Pedir detalles para comprender al otro

En muchas ocasiones, la crítica se hace de forma indirecta o confusa, o sí se hace de forma clara y directa, podemos entenderlo de una manera, pero para quien hace la crítica tiene otro significado diferente.

Por esta razón, pedir detalles nos ayudará a perfilar qué es lo que nos quieren decir cuando tengamos dudas.

“Eres un mentiroso” à “¿A qué te refieres?” “¿Qué te hace pensar que soy mentiroso?”

“Siempre estás saliendo con tus amigos” à No lo entiendo: ¿Te molesta que quiera salir con mis amigos?

Haciendo este tipo de preguntas, desde un punto de vista empático (Queriendo entender el punto de vista de la otra persona), no solo conseguiremos más información, sino que, si su crítica no tiene fundamentos o es irracional, también estaremos ayudando a la otra persona a cuestionarse sus propias actitudes y pueda expresar su opinión de forma más positiva.


Fuente: Educima

Paso 3. Mostrarte de acuerdo en lo posible

Una vez aclarado el significado de la crítica, el siguiente paso es buscar una forma de coincidir con la otra persona: en todo, en parte o en el derecho que tiene de verlo así (Aunque nos pueda parecer una crítica injusta).

Aunque pueda parecer algo confuso en un primer momento, buscar una forma estar de acuerdo con la otra persona es una manera eficaz para desarmarle. Pongamos un ejemplo:

“Te has vuelto a equivocar en…” à “Sí, es cierto, tienes razón e incluso te quedas corto”

Ante el hecho de reconocer tu error de esta manera, por lo general, provoca en la otra persona sentir que ha podido ser demasiado duro y además lo reconozca, de forma que suavice la forma en que hace la crítica y la reformule adecuadamente.
Además, si reconocemos nuestros errores desde el punto de vista comentado en el paso 1 (asertivamente), también podremos reconocer plenamente las opiniones negativas sobre nosotros y, paralelamente, no nos consideraremos malas personas ni ineptos por haber actuado mal, pues sabemos que cualquier persona se equivoca alguna vez.

En el caso de que consideremos que una crítica no se ajusta a la realidad, siempre podremos encontrar algo con lo que estar de acuerdo, aunque solo sea el hecho de reconocer el derecho de la persona a tener su propia opinión, aceptando que cada uno podemos ver las cosas de diferente manera.

“¡Ese vestido que llevas es horrible!” à “Ya veo que no te gusta nada mi vestido” (Con tono sereno y conciliador)

Buscando una manera con la que estar de acuerdo con el crítico provocará que, al poco tiempo, éste acabe perdiendo el ímpetu, porque no le habremos contraatacado, sino todo lo contrario, y quedará desarmado.

Fuente: 123RF

Paso 4. Explicar tu posición

Ya con la persona desarmada, menos enfadada y con una actitud más positiva, el siguiente paso consiste en que nosotros expresemos cómo vemos las cosas y planteemos una posible solución si es conveniente.

Si, por ejemplo, tienes un jefe que te critica por llegar siempre tarde, hay varias opciones a la hora de explicar tu posición:

  ü Si estás de acuerdo: “Tienes razón, de aquí en adelante procuraré ser puntual”

  ü Si estás de acuerdo en parte: “Es cierto que hoy he llegado tarde, aunque suelo ser puntual”.

  ü Si no estás de acuerdo:“Comprendo tu punto de vista”, “Tienes razón en…, sin embargo, pienso que…”, etc.

Fuente: Signsofthe times

REFERENCIAS

Roca Villanueva, E. (2015). Cómo mejorar tus habilidades sociales. Valencia: ACDE ediciones. (4ª Edición).

David, muchas gracias por tu colaboración. ¡Hasta la próxima!

Y a vosotros lectores, nos vemos en el próximo artículo. Y recordaros que podéis hacer llegar peticiones para que hablemos sobre cualquier tema que os interese.

Mayte Moreno

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