miércoles, 25 de noviembre de 2020

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Mayte Moreno

jueves, 19 de noviembre de 2020

LA METÁFORA: UNA HERRAMIENTA TERAPÉUTICA POTENTE

En este artículo, el psicólogo Jordi López Puig, nos hablará sobre qué entendemos por historias, cuentos, anécdotas y metáforas. Detallará sus características, usos y funciones y, por último, nos desvelará los motivos para poder utilizarlas como herramienta terapéutica. ¡Deseo que os interese!

En general, nos encantan las historias, las anécdotas, cuentos y metáforas. Des de pequeños nos atraen los cuentos, crecemos con ellos, aprendemos a través de ellos. Pedimos escuchar repetidamente cómo se conocieron nuestros padres, el momento en el cual se enamoraron, de qué modo aprendimos a andar… Nos hipnotizan los dibujos animados, el ver pasar a sus personajes por situaciones variopintas, y sobre todo salir de ellas. Más tarde empezamos a ver series y películas, ya sea en casa o en los cines. Charlamos sobre las tramas, debatimos qué personajes nos fascinan y cuales rehuimos, nos lanzamos a crear hipótesis sobre el devenir de los siguientes capítulos, nos emocionamos, las gozamos y las sufrimos. Pasamos muchas horas sentados en nuestro cómodo sofá deslizando nuestra mirada por las páginas del libro que hemos escogido, nos sumergimos en el mundo creado por el autor y la fantasía nos lleva a una infinidad de sitios maravillosos, y algunos, por qué no decirlo, aterradores. ¿Qué es aquello que tanto nos atrae de las historias?

En los encuentros con amigos o familiares salen repetidamente ciertas historias que nunca nos cansamos de escuchar, que aún nos hacen reír, emocionar, soñar, aunque las hayamos escuchado mil veces no nos dejan indiferentes, nos unen. Muchas veces durante el transcurso del relato de una de ellas seguimos añadiendo detalles, aspectos que antes no parecían importantes adquieren ahora otro matiz más interesante, incorporamos otros puntos de vista, las vamos alimentando entre todos. ¿Hasta qué punto percibimos, perfilamos, construimos nuestra vida a través de estos relatos?

En las psicoterapias en ocasiones nos apoyamos en metáforas para explicar mejor aquello que queremos comunicar, para hacernos más entendibles. Ahora bien, ¿hasta qué punto nos hemos parado a reflexionar sobre la función de esta herramienta y su poder curativo?

¿Qué son las herramientas narrativas?

Estas herramientas narrativas hacen alusión a la comunicación oral, aunque a veces también a la escrita, que tiene lugar entre dos o más personas. Pueden tener su origen en la experiencia, fundamentarse en la percepción de la realidad o surgir fruto de la riqueza de nuestra imaginación. Tanto si su objetivo es entretener o educar, siempre abordan un problema, transmiten un mensaje o expresan un principio moral.

No obstante, entre estos términos existen diferencias. Según Burns (2003),

ü Las historias son la versión que damos de un hecho o de una sucesión de hechos. Describen ficciones y acontecimientos reales, pueden adoptar la forma de leyenda, mito, anécdota, novela o noticia, pueden ser largas o breves, y se transmiten oralmente o a través de la escritura. Tienen un principio y están concebidas para captar la atención del oyente o lector.

ü Los cuentos siguen prácticamente el mismo formato que las historias, pero, aunque pueden ser verídicos, lo habitual es que sean ficticios. Solemos asociar los cuentos con temas imaginarios, y a menudo son interpretados como falsos.

ü Las anécdotas, del griego anekdota -cosas inéditas-, son relatos sin base científica, su esencia es subjetiva, pueden ser tanto personales como fruto de una experiencia vivida, y consisten en la explicación de un hecho divertido, o de un incidente interesante.

ü Por último, las metáforas son otra forma de comunicación perteneciente al género de la historia. Toman una expresión de un campo de la experiencia y lo emplean para decir algo sobre otro campo de la experiencia. Implica establecer una comparación entre cosas que no son realmente iguales, que guardan un parecido no literal, imaginario o simbólico. Es ahí donde radica su fuerza literaria y terapéutica.

Las metáforas terapéuticas puedan adoptar todas las formas anteriores. Lo que las distingue es la combinación de dos factores:

·        Constituyen una forma de comunicación simbólica expresamente diseñada.

·        Tienen una intención curativa o terapéutica.

Whorf (1956) distingue tres tipos de metáforas:

ü De orientación (arriba/abajo),

ü Ontológicas (entidad/ sustancia/ contenedor)

ü Estructurales (ejemplo: el trabajo es un recurso/la discusión es una guerra, etc.).

Estas áreas básicas de experiencia están organizadas en conceptos y representan estructuras “naturales” de comprensión inmediata, ya que provienen tanto de campos físicos como culturales: nuestro cuerpo, interacciones con el entorno físico (movimiento, manipulación de objetos, etc.), y  con otras personas de nuestra cultura (sociales, políticas, económicas, etc.)

¿Para qué sirven las historias?

ü Las historias sirven para modelar nuestras vidas, experiencias, percepciones, en definitiva, podemos asegurar que crean nuestra visión del mundo (Lakoff, 2017).

ü Nos ayudan a definir quienes somos, a recordar vivencias e inquietudes, a transmitir valores sociales, episodios históricos y familiares.

ü Facilitan diferentes puntos de vista frente a dificultades presentes y/o pasadas, y sobre todo aportan soluciones nuevas a dichos problemas (Burns, 2003).

El poder de la externalización

Este último punto es, quizás, el más interesante de todos. La externalización del problema (White, 1993), separar la dificultad de la persona, o de la relación a la que se le atribuía, a través de las historias permite terapéuticamente:

ü Disminuir los conflictos personales más estériles incluyendo las disputas en torno a quién es responsable del problema.

ü Combatir la sensación de fracaso que aparece en muchas personas ante la persistencia del problema pese a sus intenciones de resolverlo.

ü Allanar el camino para que las personas cooperen entre sí, se unan en una lucha común contra el problema y logren sustraerse a su influencia.

ü Abrir nuevas posibilidades de que las personas actúen para apartar sus vidas y relaciones de la influencia del problema.

ü Permitir a las personas afrontar de un modo más desenfadado, más eficaz, y menos tenso problemas que parecían “terriblemente serios”.

ü Ofrecer opciones de diálogo, y no de monólogo, sobre el problema.

La experiencia terapéutica

Suponiendo que las personas llegan a terapia cuando las narraciones dentro de las que “relatan” su experiencia -y/o dentro de las que su experiencia es “relatada” por otros – no representan suficientemente sus vivencias, podemos afirmar que la identificación o generación de relatos alternativos que les permitan representar nuevos significados más deseables, va a llevar a experimentar como más útiles, satisfactorias y flexibles dichas vivencias.

Dicho de otra manera, van a sentirse más liberadas y empoderadas tanto para recordar lo vivido como para afrontar lo que van a vivir.

Las realidades se organizan y mantienen a través de las historias. Las realidades en las que vivimos viajan en el lenguaje que usamos, son preservadas y transmitidas en historias que vivimos y contamos. Las narrativas tienen un papel central en organizar, mantener y hacer circular el conocimiento de nosotros mismos y nuestros mundos (Fernández Liria y Rodríguez Vega, 2002).

Anderson afirmaba que (1990, citado en Fernández Liria y Rodríguez Vega, 2002): “(…) la vida es el asunto de contarnos a nosotros mismos historias acerca de la vida, y de saborear historias acerca de la vida contadas por otros, y de vivir nuestras vidas de acuerdo con tales historias y que esta composición de historias no es acerca de la vida humana, sino que es la vida humana”.

Pero a veces no es suficiente con contar una historia, sino que habrá que vivirla fuera de las paredes de la sala de terapia.

Referencias

·      Burns, George W. (2003). El empleo de metáforas en psicoterapia. 101 historias curativas. Barcelona: Elsevier-Masson.

·   Fernández Liria, Alberto y Rodríguez Vega, Beatriz (2002). La práctica de la Psicoterapia. La construcción de narrativas terapéuticas. Bilbao: Desclée De Brouwer.

·    Lakoff, George y Johnson, Mark (2017). Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra.

·      White, Michael y Epston, David (1993). Medios narrativos para fines terapéuticos. Barcelona: Paidós.

·    Whorf, Benjamin Lee (1956). Language, thought and reality. Selected writings of Benjamin Lee Whorf. Cambridge: Technology Press of Massachusetts Institute of Technology.

·        https://sigueenserie.com/2015/09/19/las-100-mejores-series-de-la-historia/

·        https://stock.adobe.com/es/contributor/208689645/jorm-s?load_type=author&prev_url=detail

·        https://stock.adobe.com/es/contributor/207506161/deeworxdesigns?load_type=author&prev_url=detail

·        https://sites.google.com/site/figurasliterariascomilac/la-metafora

Y hasta aquí el artículo… ¡gracias Jordi por tu colaboración! Espero que os haya interesado. Nos vemos en el siguiente artículo.

Mayte Moreno

www.mentalis-psicologia.com




miércoles, 4 de noviembre de 2020

SERIE TP (6): TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD

 Siguiendo con la Serie TP sobre los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), incluido dentro del Clúster B (Sujetos Inmaduros). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.

“Mis órdenes son tus deseos”.

Millon y Davis, 2001

El mito de Narciso

Eco era una joven ninfa de los bosques, parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de Zeus, y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba para mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto, condenó a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases que escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar, recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.

Por su parte, Narciso era un muchacho precioso, hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas. Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse. Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella. - ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues? - Aquí… me sigues… -fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz. Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa… pero su risa helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oído… “qué estúpida… qué estúpida… qué… estu… pida…”. Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva… Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis… y así, Némesis, diosa griega de la venganza que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos.

La Personalidad Narcisista

Según el doctor Vallejo Ruiloba, y en la línea de los trastornos que implican alteraciones en los procesos de socialización, la personalidad narcisista destaca por su tendencia a la grandiosidad, a la auto importancia y a la hipersensibilidad a la valoración de los demás.

Son personas carentes de empatía, sin capacidad para la generosidad y el intercambio con los que les rodean y tienden a la explotación interpersonal.

Se consideran individuos merecedores de trato privilegiado y se embarcan en fantasías de éxito, de belleza y de prestigio, tienen una necesidad exhibicionista de atención y de admiración, y son envidiosos y descalificadores con las personas que han conseguido buena reputación social.

Se trata de sujetos que parecen vivir a través de la fantasía, sin aceptar las reglas de la realidad ni los propios defectos o limitaciones, y acaban tiranizando a los familiares, a los que consideran responsables de sus frustraciones y de sus fracasos.

Tienden a auto complacerse, cuidar su aspecto y adquirir todos los signos que reflejan un alto status social.

Son, pues, presumidos, fatuos, egoístas y poco dados a inspirar afecto o aprobación, de manera que acaban viviendo a solas con sus fantasías y únicamente son capaces de relación afirmativa con los que toleran sus desconsideraciones.

Origen

Hay muchas modalidades de personalidad narcisista, y puesto que en ocasiones aparecen asociados a elementos histriónicos, antisociales y límite, cabe pensar en una fuerte determinación genética del trastorno que, al igual que en la personalidad antisocial, también se manifiesta precozmente a través de dificultades en los aprendizajes escolares y en los procesos de socialización.

Al igual que el desarrollo de la personalidad y de otros trastornos de salud mental, probablemente, la causa del trastorno de la personalidad narcisista sea compleja, por tanto tendremos en cuenta los siguientes factores:

ü  Entorno: malas relaciones entre padres e hijos, ya sea por exceso de devoción o exceso de críticas que no están en sintonía con la experiencia del niño.

ü  Genética: características heredadas.

ü  Neurobiología: la conexión entre el cerebro, la conducta y el pensamiento.

Si bien se desconoce la causa del trastorno de la personalidad narcisista, algunos investigadores creen que, en el caso de los niños biológicamente vulnerables, una crianza sobre protectora o negligente puede influir. La genética y la neurobiología también pueden intervenir en la manifestación del trastorno de la personalidad narcisista.

Rasgos característicos

El trastorno de personalidad histriónica se caracteriza por un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía.

Criterios para el diagnóstico de F60.8 Trastorno narcisista de la personalidad (301.81) del DSM-IV:

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

1.   Tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Lo absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal.

2.   Se considera especial y único: sólo puede ser comprendido por, y sólo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.

3.   Requiere excesiva admiración (es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).

4.   Tiene un sentido exagerado y no equitativo de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo.

5.   Es muy pretencioso, con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.

6.   En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (espera que se les dé todo lo que desee, sin importar lo que ello suponga para los demás, y puede asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).

7.   Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.

8.   Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).

9.   Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes.

Síntomas

Los signos y síntomas del trastorno de la personalidad narcisista y la gravedad de los síntomas son variables. Las personas con este trastorno pueden:

ü Tener un sentido exagerado de prepotencia.

ü Tener un sentido de privilegio y necesitar una admiración excesiva y constante.

ü Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen.

ü Exagerar los logros y los talentos.

ü Estar preocupadas por fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta.

ü Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como ellas.

ü Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores.

ü Esperar favores especiales y una conformidad incuestionable con sus expectativas.

ü Sacar ventaja de los demás para lograr lo que desean.

ü Tener incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás.

ü Envidiar a los otros y creer que los otros los envidian a ellos.

ü Comportarse de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos, jactanciosos y pretenciosos.

ü Insistir en tener lo mejor de todo; por ejemplo, el mejor coche o el mejor trabajo.

No confundir Narcisismo con Autoestima


Al mismo tiempo, a las personas con trastorno de la personalidad narcisista les cuesta enfrentar cualquier cosa que consideren una crítica y pueden:

ü Ser impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial.

ü Tener notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad.

ü Reaccionar con ira o desdén y tratar con desprecio a los demás, para dar la impresión de que son superiores.

ü Tener dificultad para regular las emociones y la conducta.

ü Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios.

ü Sentirse deprimidos y temperamentales porque no alcanzan la perfección.

ü Tener sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación.

Algunos datos

ü El trastorno de la personalidad narcisista afecta más a los hombres que a las mujeres y, por lo general, comienza en la adolescencia o a principios de la adultez.

ü Hay que tener en cuenta que, si bien algunos niños pueden manifestar rasgos de narcicismo, esto puede ser típico de la edad, por lo que no significa que padecerán el trastorno de la personalidad narcisista.

ü Del mismo modo, los rasgos narcisistas son también especialmente frecuentes en adolescentes y no indican necesariamente que el sujeto vaya a presentar en el futuro este trastorno.

ü Las complicaciones del trastorno de la personalidad narcisista y otras enfermedades que pueden aparecer junto con este trastorno comprenden las siguientes:

·       Problemas de pareja.

·       Problemas en la casa y en la escuela.

·       Depresión y ansiedad.

·       Problemas de salud física.

·       Consumo inadecuado de alcohol o drogas.

·       Pensamientos o conductas suicidas.

ü      Las estimaciones de la prevalencia del trastorno narcisista de la personalidad         oscilan entre el 2 y el 16€ en la población clínica y son menos del 1% en la       población general.

¿Hay tratamiento?

Los trastornos de la personalidad implican importantes alteraciones emocionales y la ausencia de habilidades específicas y de aprendizajes sociales. Por lo tanto, su tratamiento es difícil porque la colaboración de la persona y del medio será muy escasa y, además, no siempre hay una conciencia permanente de anomalía o trastorno.

El tratamiento general del trastorno de personalidad narcisista es el mismo que para todos los trastornos de la personalidad.

ü La psicoterapia psicodinámica, que se centra en los conflictos subyacentes, puede ser eficaz. Algunos enfoques desarrollados para el trastorno límite de la personalidad se pueden adaptar de manera efectiva para su uso en pacientes con trastorno de personalidad narcisista.

ü La terapia cognitivo conductual puede resultar útil para los pacientes con trastorno de personalidad narcisista, ya que pueden encontrar la oportunidad de incrementar sus habilidades seductoras; su necesidad de ser elogiados le puede permitir al terapeuta modelar su comportamiento. Algunos pacientes con trastorno de personalidad narcisista encuentran a los enfoques cognitivo-conductuales convencionales demasiado simplistas o genéricos para sus necesidades especiales.

Referencias

Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª Edición).

https://iesfcodeorellana.educarex.es/datos/orientacion/diego/educacion-en-valores/autoestima/el-mito-de-narciso.pdf

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/narcissistic-personality-disorder/symptoms-causes/syc-20366662

https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_narcisista_de_la_personalidad

https://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_(Caravaggio)

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https://www.forosperu.net/galeria/patriarcado-vs-feminismo.103163/

https://www.areahumana.es/narcisista/

Espero que os haya gustado, ¡nos vemos en el próximo artículo!

Mayte Moreno

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