jueves, 4 de junio de 2020

SERIE TP (3): TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD


Siguiendo con la Serie TP sobre los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el Trastorno Esquizoide de la Personalidad (TEP), incluido dentro del Clúster A (Sujetos Extraños). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.
“Puedes llamar a la puerta pero no hay nadie en casa”.
Millon y Davis, 2001

La Personalidad Esquizoide
Las personalidades esquizoides parecen indiferentes a las relaciones sociales, no invitan a la interacción personal por su frialdad y su nula expresividad emocional, y suelen dar la impresión de vivir ensimismados y ausentes, como si su atención estuviese permanentemente dirigida a las vivencias internas.
Pero el mundo interior del esquizoide no parece tener nada de apasionante, como lo demuestran sus frecuentes quejas de vaciedad y la falta de temas para comunicar o intercambiar en una conversación con el otro.
Además, esta incapacidad para las relaciones sociales suele ir acompañada de vivencias autorreferenciales, fobias múltiples, mecanismos psicológicos de evitación y alta disconformidad con la autoimagen, lo que lo condena a la soledad y lo hace vulnerable a gran cantidad de problemas psicológicos (los estados distímicos –tristeza-, a las reacciones desadaptativas, al consumo de tóxicos e incluso a episodios delirantes de corta duración…)
A diferencia de la personalidad del Esquizotípico (también incapaz de establecer relaciones íntimas), la rareza del esquizoide parece más próxima al déficit que a la alteración cualitativa y se concreta en la introversión, el aislamiento y la vida al margen de la estructura socio familiar.
Rasgos característicos
Según el DSM 5 (si quieres saber más, clica aquí) las características de  la personalidad esquizoide se concretan en:
  ü No desea ni disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una familia.
  ü Por lo general, escoge actividades en solitario. Por ello es habitual encontrarlos en trabajos solitarios que excluya el contacto humano (laboratorios, informática…)
  ü Expresa bajo o nulo interés en el tema de las experiencias sexuales con otra persona.
  ü Disfruta con pocas o ninguna actividad.
  ü No tiene amigos íntimos, al margen de sus familiares de primer grado.
  ü Se muestra indiferente a las alabanzas o críticas de los demás.
  ü Expresión fría emocional, con desapego o afectividad plana, sin matices. A menudo son percibidos por los demás como si fueran robots.
Algunos datos
  ü Es un trastorno poco frecuente
  ü Su causa es desconocida
  ü Da inicio en las primeras etapas de la edad adulta pero a veces algunas características pueden ser detectadas durante el desarrollo infantil: problemas de relación con otros compañeros, bajo rendimiento en las tareas en equipo o de grupo…
  ü Se da una ausencia casi total de vinculación con las relaciones humanas, más por déficit que por alteración de las habilidades sociales.
  ü Hemos comentado que se desconoce su causa, pero los aspectos genéticos y la crianza podrían tener un papel importante. Puede aumentar el riesgo de desarrollar esta personalidad:
·        Una crianza distante, negligente o insensible ante necesidades emocionales.
·        Unos padres o parientes que padezcan un trastorno esquizoide o esquizotípico o esquizofrenia.
ü Las personas con trastorno esquizoide de la personalidad tienen alto riesgo de:
·        Desarrollar trastorno esquizotípico de la personalidad, esquizofrenia u otros trastornos delirantes.
·        Otros trastornos de la personalidad
·        Depresión mayor
·        Trastornos de ansiedad
Subtipos de personalidad esquizoide
  ü Lánguido: combina síntomas esquizoides y depresivos. Carecen de motivación, vitalidad o espontaneidad. Estilo de relación insustancial, tranquilo, rutinario y dependiente. Se deja llevar por el grupo sin expresar sus deseos.
  ü Distante: personas muy replegadas sobre sí mismas, muy evitadoras del contacto social pues les provoca ansiedad. Son abundantes en la población “sin techo”. Pueden presentar excentricidades.



  ü Despersonalizado: siempre absortos y desconectados del entorno. Se ven a sí mismos desde el exterior, desvinculados no solo del mundo exterior, sino también de su propio mundo interno (propios pensamientos, sentimientos y corporalidad).
  ü Embotado: la “robotización” alcanza el nivel máximo. Anulación emocional e interactiva. Sin embargo, funcionan bien en situaciones sociales muy estructuradas.

¿Hay tratamiento?
Seguramente lo que menos le apetezca a una personalidad esquizoide sea interactuar con los demás, aunque sean médicos o psicólogos. Quizás también hayan normalizado tanto esta manera de vivir que consideren que no hay posibilidad de cambio. Quizás gracias a la insistencia de algún familiar preocupado sea posible la asistencia psicológica.
Sea como sea, la ayuda que puede brindar un profesional en salud mental, a ser posible un especialista en trastorno esquizoide de la personalidad, puede tener un impacto enormemente positivo en estas personas.
Con el tratamiento adecuado y un profesional capacitado y con experiencia puedes progresar muchísimo y mejorar la calidad de vida.


Referencias
Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª Edición).
Espero que os haya gustado, ¡nos vemos en el próximo artículo!
Mayte Moreno

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