miércoles, 4 de noviembre de 2020

SERIE TP (6): TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD

 Siguiendo con la Serie TP sobre los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), incluido dentro del Clúster B (Sujetos Inmaduros). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.

“Mis órdenes son tus deseos”.

Millon y Davis, 2001

El mito de Narciso

Eco era una joven ninfa de los bosques, parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de Zeus, y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba para mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto, condenó a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases que escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar, recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.

Por su parte, Narciso era un muchacho precioso, hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado. Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas. Tal vez porque de alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse. Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella. - ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues? - Aquí… me sigues… -fue lo único que Eco pudo decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz. Narciso siguió hablando y Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa… pero su risa helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un susurro apenas, las últimas palabras que le había oído… “qué estúpida… qué estúpida… qué… estu… pida…”. Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva… Pero el mal que haces a otros no suele salir gratis… y así, Némesis, diosa griega de la venganza que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber, vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose siempre en ellos.

La Personalidad Narcisista

Según el doctor Vallejo Ruiloba, y en la línea de los trastornos que implican alteraciones en los procesos de socialización, la personalidad narcisista destaca por su tendencia a la grandiosidad, a la auto importancia y a la hipersensibilidad a la valoración de los demás.

Son personas carentes de empatía, sin capacidad para la generosidad y el intercambio con los que les rodean y tienden a la explotación interpersonal.

Se consideran individuos merecedores de trato privilegiado y se embarcan en fantasías de éxito, de belleza y de prestigio, tienen una necesidad exhibicionista de atención y de admiración, y son envidiosos y descalificadores con las personas que han conseguido buena reputación social.

Se trata de sujetos que parecen vivir a través de la fantasía, sin aceptar las reglas de la realidad ni los propios defectos o limitaciones, y acaban tiranizando a los familiares, a los que consideran responsables de sus frustraciones y de sus fracasos.

Tienden a auto complacerse, cuidar su aspecto y adquirir todos los signos que reflejan un alto status social.

Son, pues, presumidos, fatuos, egoístas y poco dados a inspirar afecto o aprobación, de manera que acaban viviendo a solas con sus fantasías y únicamente son capaces de relación afirmativa con los que toleran sus desconsideraciones.

Origen

Hay muchas modalidades de personalidad narcisista, y puesto que en ocasiones aparecen asociados a elementos histriónicos, antisociales y límite, cabe pensar en una fuerte determinación genética del trastorno que, al igual que en la personalidad antisocial, también se manifiesta precozmente a través de dificultades en los aprendizajes escolares y en los procesos de socialización.

Al igual que el desarrollo de la personalidad y de otros trastornos de salud mental, probablemente, la causa del trastorno de la personalidad narcisista sea compleja, por tanto tendremos en cuenta los siguientes factores:

ü  Entorno: malas relaciones entre padres e hijos, ya sea por exceso de devoción o exceso de críticas que no están en sintonía con la experiencia del niño.

ü  Genética: características heredadas.

ü  Neurobiología: la conexión entre el cerebro, la conducta y el pensamiento.

Si bien se desconoce la causa del trastorno de la personalidad narcisista, algunos investigadores creen que, en el caso de los niños biológicamente vulnerables, una crianza sobre protectora o negligente puede influir. La genética y la neurobiología también pueden intervenir en la manifestación del trastorno de la personalidad narcisista.

Rasgos característicos

El trastorno de personalidad histriónica se caracteriza por un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía.

Criterios para el diagnóstico de F60.8 Trastorno narcisista de la personalidad (301.81) del DSM-IV:

Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:

1.   Tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Lo absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor ideal.

2.   Se considera especial y único: sólo puede ser comprendido por, y sólo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto estatus personal o institucional.

3.   Requiere excesiva admiración (es un síntoma que denota una baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo son vistos por los demás).

4.   Tiene un sentido exagerado y no equitativo de sus propios derechos. Piensa que se le debe todo.

5.   Es muy pretencioso, con irrazonables expectativas de un trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.

6.   En sus relaciones interpersonales es explotador. Se aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (espera que se les dé todo lo que desee, sin importar lo que ello suponga para los demás, y puede asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).

7.   Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar las necesidades y sentimientos de los demás.

8.   Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).

9.   Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o prepotentes.

Síntomas

Los signos y síntomas del trastorno de la personalidad narcisista y la gravedad de los síntomas son variables. Las personas con este trastorno pueden:

ü Tener un sentido exagerado de prepotencia.

ü Tener un sentido de privilegio y necesitar una admiración excesiva y constante.

ü Esperar que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen.

ü Exagerar los logros y los talentos.

ü Estar preocupadas por fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza o la pareja perfecta.

ü Creer que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como ellas.

ü Monopolizar las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos perciben como inferiores.

ü Esperar favores especiales y una conformidad incuestionable con sus expectativas.

ü Sacar ventaja de los demás para lograr lo que desean.

ü Tener incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los sentimientos de los demás.

ü Envidiar a los otros y creer que los otros los envidian a ellos.

ü Comportarse de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos, jactanciosos y pretenciosos.

ü Insistir en tener lo mejor de todo; por ejemplo, el mejor coche o el mejor trabajo.

No confundir Narcisismo con Autoestima


Al mismo tiempo, a las personas con trastorno de la personalidad narcisista les cuesta enfrentar cualquier cosa que consideren una crítica y pueden:

ü Ser impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial.

ü Tener notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad.

ü Reaccionar con ira o desdén y tratar con desprecio a los demás, para dar la impresión de que son superiores.

ü Tener dificultad para regular las emociones y la conducta.

ü Tener grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios.

ü Sentirse deprimidos y temperamentales porque no alcanzan la perfección.

ü Tener sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación.

Algunos datos

ü El trastorno de la personalidad narcisista afecta más a los hombres que a las mujeres y, por lo general, comienza en la adolescencia o a principios de la adultez.

ü Hay que tener en cuenta que, si bien algunos niños pueden manifestar rasgos de narcicismo, esto puede ser típico de la edad, por lo que no significa que padecerán el trastorno de la personalidad narcisista.

ü Del mismo modo, los rasgos narcisistas son también especialmente frecuentes en adolescentes y no indican necesariamente que el sujeto vaya a presentar en el futuro este trastorno.

ü Las complicaciones del trastorno de la personalidad narcisista y otras enfermedades que pueden aparecer junto con este trastorno comprenden las siguientes:

·       Problemas de pareja.

·       Problemas en la casa y en la escuela.

·       Depresión y ansiedad.

·       Problemas de salud física.

·       Consumo inadecuado de alcohol o drogas.

·       Pensamientos o conductas suicidas.

ü      Las estimaciones de la prevalencia del trastorno narcisista de la personalidad         oscilan entre el 2 y el 16€ en la población clínica y son menos del 1% en la       población general.

¿Hay tratamiento?

Los trastornos de la personalidad implican importantes alteraciones emocionales y la ausencia de habilidades específicas y de aprendizajes sociales. Por lo tanto, su tratamiento es difícil porque la colaboración de la persona y del medio será muy escasa y, además, no siempre hay una conciencia permanente de anomalía o trastorno.

El tratamiento general del trastorno de personalidad narcisista es el mismo que para todos los trastornos de la personalidad.

ü La psicoterapia psicodinámica, que se centra en los conflictos subyacentes, puede ser eficaz. Algunos enfoques desarrollados para el trastorno límite de la personalidad se pueden adaptar de manera efectiva para su uso en pacientes con trastorno de personalidad narcisista.

ü La terapia cognitivo conductual puede resultar útil para los pacientes con trastorno de personalidad narcisista, ya que pueden encontrar la oportunidad de incrementar sus habilidades seductoras; su necesidad de ser elogiados le puede permitir al terapeuta modelar su comportamiento. Algunos pacientes con trastorno de personalidad narcisista encuentran a los enfoques cognitivo-conductuales convencionales demasiado simplistas o genéricos para sus necesidades especiales.

Referencias

Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª Edición).

https://iesfcodeorellana.educarex.es/datos/orientacion/diego/educacion-en-valores/autoestima/el-mito-de-narciso.pdf

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/narcissistic-personality-disorder/symptoms-causes/syc-20366662

https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_narcisista_de_la_personalidad

https://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_(Caravaggio)

https://www.pinterest.es/pin/415527503104149454/

https://www.istockphoto.com/es/vector/pr%C3%ADncipe-moderno-narcisista-personaje-divertido-joven-mirando-en-el-espejo-en-el-gm909433206-250487923

https://www.pinterest.es/pin/776800635696966161/

https://www.forosperu.net/galeria/patriarcado-vs-feminismo.103163/

https://www.areahumana.es/narcisista/

Espero que os haya gustado, ¡nos vemos en el próximo artículo!

Mayte Moreno

www.mentalis-psicologia.com

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