Siguiendo con la Serie TP sobre los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP), incluido dentro del Clúster B (Sujetos Inmaduros). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.
“Mis órdenes son tus deseos”.
Millon
y Davis, 2001
Eco era una joven ninfa de los bosques,
parlanchina y alegre. Con su charla incesante entretenía a Hera, esposa de
Zeus, y estos eran los momentos que el padre de los dioses griegos aprovechaba
para mantener sus relaciones extraconyugales. Hera, furiosa cuando supo esto,
condenó a Eco a no poder hablar sino solamente repetir el final de las frases
que escuchara, y ella, avergonzada, abandonó los bosques que solía frecuentar,
recluyéndose en una cueva cercana a un riachuelo.
Por su parte, Narciso era un muchacho
precioso, hijo de la ninfa Liríope. Cuando él nació, el adivino Tiresias
predijo que si se veía su imagen en un espejo sería su perdición, y así su madre
evitó siempre espejos y demás objetos en los que pudiera verse reflejado.
Narciso creció así hermosísimo sin ser consciente de ello, y haciendo caso
omiso a las muchachas que ansiaban que se fijara en ellas. Tal vez porque de
alguna manera Narciso se estaba adelantando a su destino, siempre parecía estar
ensimismado en sus propios pensamientos, como ajeno a cuanto le rodeaba. Daba
largos paseos sumido en sus cavilaciones, y uno de esos paseos le llevó a las
inmediaciones de la cueva donde Eco moraba. Nuestra ninfa le miró embelesada y
quedó prendada de él, pero no reunió el valor suficiente para acercarse.
Narciso encontró agradable la ruta que había seguido ese día y la repitió
muchos más. Eco le esperaba y le seguía en su paseo, siempre a distancia, temerosa
de ser vista, hasta que un día, un ruido que hizo al pisar una ramita puso a
Narciso sobre aviso de su presencia, descubriéndola cuando en vez de seguir
andando tras doblar un recodo en el camino quedó esperándola. Eco palideció al
ser descubierta, y luego enrojeció cuando Narciso se dirigió a ella. - ¿Qué
haces aquí? ¿Por qué me sigues? - Aquí… me sigues… -fue lo único que Eco pudo
decir, maldita como estaba, habiendo perdido su voz. Narciso siguió hablando y
Eco nunca podía decir lo que deseaba. Finalmente, como la ninfa que era acudió
a la ayuda de los animales, que de alguna manera le hicieron entender a Narciso
el amor que Eco le profesaba. Ella le miró expectante, ansiosa… pero su risa
helada la desgarró. Y así, mientras Narciso se reía de ella, de sus
pretensiones, del amor que albergaba en su interior, Eco moría. Y se retiró a
su cueva, donde permaneció quieta, sin moverse, repitiendo en voz queda, un
susurro apenas, las últimas palabras que le había oído… “qué estúpida… qué
estúpida… qué… estu… pida…”. Y dicen que allí se consumió de pena, tan quieta
que llegó a convertirse en parte de la propia piedra de la cueva… Pero el mal
que haces a otros no suele salir gratis… y así, Némesis, diosa griega de la
venganza que había presenciado toda la desesperación de Eco, entró en la vida
de Narciso otro día que había vuelto a salir a pasear y le encantó hasta casi
hacerle desfallecer de sed. Narciso recordó entonces el riachuelo donde una vez
había encontrado a Eco, y sediento se encaminó hacia él. Así, a punto de beber,
vio su imagen reflejada en el río. Y como había predicho Tiresias, esta imagen
le perturbó enormemente. Quedó absolutamente cegado por su propia belleza, en
el reflejo. Y hay quien cuenta que ahí mismo murió de inanición, ocupado
eternamente en su contemplación. Otros dicen que enamorado como quedó de su
imagen, quiso reunirse con ella y murió ahogado tras lanzarse a las aguas. En
cualquier caso, en el lugar de su muerte surgió una nueva flor al que se le dio
su nombre: el Narciso, flor que crece sobre las aguas de los ríos, reflejándose
siempre en ellos.
La Personalidad Narcisista
Según el
doctor Vallejo Ruiloba, y en la línea de los trastornos que implican
alteraciones en los procesos de socialización, la personalidad narcisista
destaca por su tendencia a la grandiosidad, a la auto importancia y a la
hipersensibilidad a la valoración de los demás.
Son personas
carentes de empatía, sin capacidad para la generosidad y el intercambio con los
que les rodean y tienden a la explotación interpersonal.
Se
consideran individuos merecedores de trato privilegiado y se embarcan en
fantasías de éxito, de belleza y de prestigio, tienen una necesidad
exhibicionista de atención y de admiración, y son envidiosos y descalificadores
con las personas que han conseguido buena reputación social.
Se trata de
sujetos que parecen vivir a través de la fantasía, sin aceptar las reglas de la
realidad ni los propios defectos o limitaciones, y acaban tiranizando a los
familiares, a los que consideran responsables de sus frustraciones y de sus
fracasos.
Tienden a
auto complacerse, cuidar su aspecto y adquirir todos los signos que reflejan un
alto status social.
Son, pues,
presumidos, fatuos, egoístas y poco dados a inspirar afecto o aprobación, de
manera que acaban viviendo a solas con sus fantasías y únicamente son capaces
de relación afirmativa con los que toleran sus desconsideraciones.
Origen
Hay muchas
modalidades de personalidad narcisista, y puesto que en ocasiones aparecen
asociados a elementos histriónicos, antisociales y límite, cabe pensar en una
fuerte determinación genética del trastorno que, al igual que en la
personalidad antisocial, también se manifiesta precozmente a través de
dificultades en los aprendizajes escolares y en los procesos de socialización.
Al igual que el desarrollo de la personalidad y de otros
trastornos de salud mental, probablemente, la causa del trastorno de la
personalidad narcisista sea compleja, por tanto tendremos en cuenta los
siguientes factores:
ü Entorno: malas
relaciones entre padres e hijos, ya sea por exceso de devoción o exceso de
críticas que no están en sintonía con la experiencia del niño.
ü Genética: características
heredadas.
ü Neurobiología: la
conexión entre el cerebro, la conducta y el pensamiento.
Si
bien se desconoce la causa del trastorno de la personalidad narcisista, algunos
investigadores creen que, en el caso de los niños biológicamente vulnerables,
una crianza sobre protectora o negligente puede influir. La genética y la
neurobiología también pueden intervenir en la manifestación del trastorno de la
personalidad narcisista.
Rasgos característicos
El trastorno de personalidad histriónica se
caracteriza por un patrón general
de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de
admiración y una falta de empatía.
Criterios para el diagnóstico de F60.8
Trastorno narcisista de la personalidad (301.81) del DSM-IV:
Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o el
comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía, que
empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos,
como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. Tiene un sentido grandioso de su propia importancia. Lo
absorben fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza, o amor
ideal.
2. Se considera especial y único: sólo puede ser comprendido
por, y sólo debería asociarse con, otras personas especiales o de alto estatus
personal o institucional.
3. Requiere excesiva admiración (es un síntoma que denota una
baja autoestima y una gran preocupación por hacer bien el trabajo y por cómo
son vistos por los demás).
4. Tiene un sentido exagerado y no equitativo de sus propios
derechos. Piensa que se le debe todo.
5. Es muy pretencioso, con irrazonables expectativas de un
trato especialmente favorable o de una aceptación automática de sus deseos.
6. En sus relaciones interpersonales es explotador. Se
aprovecha de los demás para conseguir sus propios fines (espera que se les dé
todo lo que desee, sin importar lo que ello suponga para los demás, y puede
asumir que los demás están totalmente interesados en su bienestar).
7. Carece de empatía y es reacio a reconocer o identificar
las necesidades y sentimientos de los demás.
8. Es frecuentemente envidioso de los demás o cree que los
demás le tienen envidia (pueden llegar a devaluar a personas que hayan recibido
una felicitación al pensar que ellos son más merecedores de la misma).
9. Muestra actitudes y comportamientos arrogantes y altivos o
prepotentes.
Síntomas
Los
signos y síntomas del trastorno de la personalidad narcisista y la gravedad de
los síntomas son variables. Las personas con este trastorno pueden:
ü Tener
un sentido exagerado de prepotencia.
ü Tener
un sentido de privilegio y necesitar una admiración excesiva y constante.
ü Esperar
que se reconozca su superioridad, incluso sin logros que la justifiquen.
ü Exagerar
los logros y los talentos.
ü Estar
preocupadas por fantasías acerca del éxito, el poder, la brillantez, la belleza
o la pareja perfecta.
ü Creer
que son superiores y que solo pueden vincularse con personas especiales como
ellas.
ü Monopolizar
las conversaciones y despreciar o mirar con desdén a personas que ellos
perciben como inferiores.
ü Esperar
favores especiales y una conformidad incuestionable con sus expectativas.
ü Sacar
ventaja de los demás para lograr lo que desean.
ü Tener
incapacidad o falta de voluntad para reconocer las necesidades y los
sentimientos de los demás.
ü Envidiar
a los otros y creer que los otros los envidian a ellos.
ü Comportarse
de manera arrogante o altanera, dando la impresión de engreídos, jactanciosos y
pretenciosos.
ü Insistir
en tener lo mejor de todo; por ejemplo, el mejor coche o el mejor trabajo.
No
confundir Narcisismo con Autoestima
Al
mismo tiempo, a las personas con trastorno de la personalidad narcisista les
cuesta enfrentar cualquier cosa que consideren una crítica y pueden:
ü Ser
impacientes o enojarse cuando no se las trata de manera especial.
ü Tener
notables problemas interpersonales y ofenderse con facilidad.
ü Reaccionar
con ira o desdén y tratar con desprecio a los demás, para dar la impresión de
que son superiores.
ü Tener
dificultad para regular las emociones y la conducta.
ü Tener
grandes problemas para enfrentar el estrés y adaptarse a los cambios.
ü Sentirse
deprimidos y temperamentales porque no alcanzan la perfección.
ü Tener
sentimientos secretos de inseguridad, vergüenza, vulnerabilidad y humillación.
Algunos datos
ü El
trastorno de la personalidad narcisista afecta más a los hombres que a las
mujeres y, por lo general, comienza en la adolescencia o a principios de la
adultez.
ü Hay
que tener en cuenta que, si bien algunos niños pueden manifestar rasgos de
narcicismo, esto puede ser típico de la edad, por lo que no significa que
padecerán el trastorno de la personalidad narcisista.
ü Del
mismo modo, los rasgos narcisistas son también especialmente frecuentes en
adolescentes y no indican necesariamente que el sujeto vaya a presentar en el
futuro este trastorno.
ü Las
complicaciones del trastorno de la personalidad narcisista y otras enfermedades
que pueden aparecer junto con este trastorno comprenden las siguientes:
·
Problemas de pareja.
·
Problemas en la casa y en la escuela.
·
Depresión y ansiedad.
·
Problemas de salud física.
·
Consumo inadecuado de alcohol o drogas.
·
Pensamientos o conductas suicidas.
ü Las
estimaciones de la prevalencia del trastorno narcisista de la personalidad oscilan entre el 2 y el 16€ en la población clínica y son menos del 1% en la población general.
¿Hay tratamiento?
Los
trastornos de la personalidad implican importantes alteraciones emocionales y
la ausencia de habilidades específicas y de aprendizajes sociales. Por lo
tanto, su tratamiento es difícil porque la colaboración de la persona y del
medio será muy escasa y, además, no siempre hay una conciencia permanente de
anomalía o trastorno.
El tratamiento general del trastorno de
personalidad narcisista es el mismo que para todos
los trastornos de la personalidad.
ü
La psicoterapia psicodinámica, que se
centra en los conflictos subyacentes, puede ser eficaz. Algunos enfoques
desarrollados para el trastorno límite de la personalidad se pueden adaptar de
manera efectiva para su uso en pacientes con trastorno de personalidad
narcisista.
ü
La terapia cognitivo conductual puede
resultar útil para los pacientes con trastorno de personalidad narcisista, ya
que pueden encontrar la oportunidad de incrementar sus habilidades seductoras;
su necesidad de ser elogiados le puede permitir al terapeuta modelar su
comportamiento. Algunos pacientes con trastorno de personalidad narcisista
encuentran a los enfoques cognitivo-conductuales convencionales demasiado
simplistas o genéricos para sus necesidades especiales.
Referencias
Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la
psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª
Edición).
https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_narcisista_de_la_personalidad
https://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_(Caravaggio)
https://www.pinterest.es/pin/415527503104149454/
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https://www.forosperu.net/galeria/patriarcado-vs-feminismo.103163/
https://www.areahumana.es/narcisista/
Espero que os haya gustado,
¡nos vemos en el próximo artículo!
Mayte Moreno
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