Siguiendo con la Serie TP sobre
los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el
Trastorno Esquizoide de la Personalidad (TEP), incluido dentro del Clúster A
(Sujetos Extraños). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.
“Puedes llamar a la puerta pero
no hay nadie en casa”.
Millon
y Davis, 2001
La Personalidad Esquizoide
Las
personalidades esquizoides parecen indiferentes a las relaciones sociales, no
invitan a la interacción personal por su frialdad y su nula expresividad
emocional, y suelen dar la impresión de vivir ensimismados y ausentes, como si
su atención estuviese permanentemente dirigida a las vivencias internas.
Pero el
mundo interior del esquizoide no parece tener nada de apasionante, como lo
demuestran sus frecuentes quejas de vaciedad y la falta de temas para comunicar
o intercambiar en una conversación con el otro.
Además, esta
incapacidad para las relaciones
sociales suele ir acompañada de vivencias autorreferenciales, fobias múltiples,
mecanismos psicológicos de evitación y alta disconformidad con la autoimagen,
lo que lo condena a la soledad y lo hace vulnerable a gran cantidad de problemas
psicológicos (los estados distímicos –tristeza-, a las reacciones
desadaptativas, al consumo de tóxicos e incluso a episodios delirantes de corta
duración…)
A diferencia
de la personalidad del Esquizotípico (también incapaz de establecer relaciones
íntimas), la rareza del esquizoide parece más próxima al déficit que a la alteración cualitativa y se concreta en la
introversión, el aislamiento y la vida al margen de la estructura socio
familiar.
Rasgos característicos
Según el DSM
5 (si quieres saber más, clica aquí) las características de la personalidad esquizoide se concretan en:
ü No desea ni
disfruta las relaciones íntimas, incluido el formar parte de una familia.
ü Por lo
general, escoge actividades en solitario. Por ello es habitual encontrarlos en
trabajos solitarios que excluya el contacto humano (laboratorios, informática…)
ü Expresa bajo
o nulo interés en el tema de las experiencias sexuales con otra persona.
ü Disfruta con
pocas o ninguna actividad.
ü No tiene
amigos íntimos, al margen de sus familiares de primer grado.
ü Se muestra
indiferente a las alabanzas o críticas de los demás.
ü Expresión
fría emocional, con desapego o afectividad plana, sin matices. A menudo son
percibidos por los demás como si fueran robots.
Algunos datos
ü Es un
trastorno poco frecuente
ü Su causa es
desconocida
ü Da inicio en
las primeras etapas de la edad adulta pero a veces algunas características
pueden ser detectadas durante el desarrollo infantil: problemas de relación con
otros compañeros, bajo rendimiento en las tareas en equipo o de grupo…
ü Se da una
ausencia casi total de vinculación con las relaciones humanas, más por déficit
que por alteración de las habilidades sociales.
ü Hemos
comentado que se desconoce su causa, pero los aspectos genéticos y la crianza
podrían tener un papel importante. Puede aumentar el riesgo de desarrollar esta
personalidad:
·
Una crianza distante, negligente o insensible ante necesidades
emocionales.
·
Unos padres o parientes que padezcan un trastorno esquizoide o
esquizotípico o esquizofrenia.
ü Las personas
con trastorno esquizoide de la personalidad tienen alto riesgo de:
·
Desarrollar trastorno esquizotípico de la personalidad,
esquizofrenia u otros trastornos delirantes.
·
Otros trastornos de la personalidad
·
Depresión mayor
·
Trastornos de ansiedad
Subtipos de personalidad esquizoide
ü Lánguido: combina síntomas esquizoides y depresivos. Carecen de motivación,
vitalidad o espontaneidad. Estilo de relación insustancial, tranquilo,
rutinario y dependiente. Se deja llevar por el grupo sin expresar sus deseos.
ü Distante: personas muy replegadas sobre sí mismas, muy evitadoras del contacto
social pues les provoca ansiedad. Son abundantes en la población “sin techo”.
Pueden presentar excentricidades.
ü Despersonalizado: siempre absortos y desconectados del entorno.
Se ven a sí mismos desde el exterior, desvinculados no solo del mundo exterior,
sino también de su propio mundo interno (propios pensamientos, sentimientos y
corporalidad).
ü Embotado: la “robotización” alcanza el nivel máximo. Anulación emocional e interactiva.
Sin embargo, funcionan bien en situaciones sociales muy estructuradas.
¿Hay tratamiento?
Seguramente lo que menos le apetezca a una
personalidad esquizoide sea interactuar con los demás, aunque sean médicos o
psicólogos. Quizás también hayan normalizado tanto esta manera de vivir que
consideren que no hay posibilidad de cambio. Quizás gracias a la insistencia de
algún familiar preocupado sea posible la asistencia psicológica.
Sea como sea, la ayuda que puede brindar un
profesional en salud mental, a ser posible un especialista en trastorno
esquizoide de la personalidad, puede tener un impacto enormemente positivo en
estas personas.
Con el tratamiento
adecuado y un profesional capacitado y con experiencia puedes progresar
muchísimo y mejorar la calidad de vida.
Referencias
Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la
psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª
Edición).
Espero que os haya gustado,
¡nos vemos en el próximo artículo!
Mayte Moreno
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