jueves, 29 de septiembre de 2022

SERIE TP (9): TRASTORNO EVITATIVO DE LA PERSONALIDAD

Siguiendo con la Serie TP sobre los Trastornos de la Personalidad, en el artículo de este mes abordamos el Trastorno Evitativo de la Personalidad (TEP), incluido dentro del Clúster C (Sujetos Temerosos). Si quieres saber más sobre los Clúster, clica aquí.

“Quiero gustarte, pero sé que me odiarás”.

Millon y Davis, 2001


Vamos a contextualizar…

Tal y como bien afirma Millon, el Clúster C agrupa un conjunto de trastornos de la personalidad (Evitativo, Dependiente, Obsesivo-Compulsivo y Pasivo-Agresivo) caracterizado por un miedo patológico, que acaba determinando la biografía.

Se trata de personas extraordinariamente sensibles a las señales de castigo, que responden con intensas reacciones emocionales que llegan a interferir en los aprendizajes y a desorganizar la conducta.

Son individuos incapaces de adquirir estrategias de afrontamiento adecuadas a través de los aprendizajes sociales y acaban con un infradesarrollo objetivo de muchas áreas de funcionamiento que resultan imprescindibles para la vida autónoma y el equilibrio emocional.

Temen ir a la escuela, temen hacer el ridículo, temen a sus semejantes, temen fracasar en sus cometidos y temen, en general, cualquier incertidumbre y cualquier novedad, con lo que nunca se exponen a equivocarse lo necesario para aprender por ensayo y error.

No se valen de la acción para adquirir seguridad emocional y convicción de control, y por eso se ven obligados a combatir su ansiedad recurriendo a fantasías, a supersticiones y a vinculaciones parásitas que siempre son ambivalentes y conflictivas, puesto que oscilan entre la hostilidad acusatoria y el maternazgo protector.

La diferente expresión clínica de cada trastorno parece depender de las estrategias que el sujeto pone en marcha para defenderse de la ansiedad, una vez fracasada la adquisición de los aprendizajes adaptativos.


La Personalidad Evitativa

Las personas que padecen este trastorno siempre temen la evaluación negativa de los demás, no toleran la menor crítica, les horroriza hacer el ridículo y necesitan garantías de aprobación incondicional para establecer relaciones con el prójimo.

Como su temor al contacto social impide la adquisición gradual de habilidades de afrontamiento, lo habitual es que carezcan objetivamente de recursos para la interacción personal (no saben qué hacer, ni qué decir, ni cómo hablar, ni a dónde mirar cuando están con la gente), de modo que recurren a estrategias de evitación para así liberarse del penoso trance de sentirse examinados por las personas, a las que atribuyen hostilidad y malevolencia.

Son, pues, individuos que tienden a vivir aislados desde muy jóvenes y aprovechan cualquier excusa para evitar el contacto con los demás, recurriendo a elementales mecanismos psicológicos de negación y proyección, sin un discurso intelectualmente presentable.

La constatación de su incapacidad para afrontar situaciones que no son traumáticas para los demás hace que estas personas tengan una baja autoestima y se expongan a frecuentes episodios depresivos o a estados de ansiedad derivados de sus fallidas tentativas de afrontamiento, que se alternan con estados de bloqueo emocional, propios de la biología de la inhibición de la acción (Laborit, 1978; Gray, 1982).

Desde el punto de vista social, las incapacidades de estas personas son muy notorias, pues, además de carecer de aprendizajes elementales, desaprovechan oportunidades laborales por temor a la responsabilidad y no tienen apoyos sociales, con lo que hay un alto riesgo de invalidez, de dependencia familiar y de autoinculpaciones agresivas, que generan problemas sobreañadidos y consolidan la patología fóbica.


Criterio Diagnóstico

Criterios para el diagnóstico de F60.6 Trastorno de la Personalidad por Evitación (301.82) del DSM-IV-TR:

Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de incapacidad y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:

1. Evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo.
2. Es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar.

3. Demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado.

4. Está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales.
5. Está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de incapacidad.
6. Se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferior a los demás.

7. Es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.

No confundir con…

El trastorno de personalidad por evitación debe distinguirse de los dos trastornos siguientes:

ü Fobia social: las diferencias entre la fobia social y el trastorno de la personalidad por evitación son sutiles. El trastorno de personalidad por evitación implica más una ansiedad generalizada y evitación que fobia social, que a menudo es específica de situaciones que pueden dar lugar a vergüenza pública (hablar en público, actuar en un escenario…). Sin embargo, la fobia social puede implicar un patrón de evitación más amplio y por lo tanto puede ser difícil de distinguir. Los dos trastornos se presentan a la vez.

 

ü Trastorno Esquizoide de la personalidad: ambos trastornos se caracterizan por aislamiento social. Sin embargo, los pacientes con trastorno de personalidad esquizoide se aíslan porque no están interesados en los demás, mientras que aquellos con trastorno de personalidad por evitación se aíslan porque son hipersensibles al posible rechazo o la crítica de los demás.

 

Algunos datos

ü De acuerdo con cifras estimadas por investigadores como Samuels y Torgersen¸ las cifras de la población general que padece este trastorno podrían ascender hasta el 5% del total, por lo que es una de las psicopatologías más frecuentes a nivel mundial.

ü Si nos vamos a la información relacionada con la población ambulatoria, el porcentaje resulta aún más dramático: hasta el 39% de los pacientes con trastornos del eje I muestran signos del Trastorno evitativo de la personalidad.

ü Esta psicopatología suele aparecer desde la niñez, manifestada a través de sentimientos de vergüenza, deseos de aislarse y temor a interactuar con desconocidos o situaciones nuevas en general.

ü Suele remitir con la edad, o al menos, resulta menos evidente conforme el individuo se hace mayor.

Concepto a tener en cuenta… el Apego

El apego, en psicología y etología, es una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida por medio de sus interacciones recíprocas, y cuyo objetivo inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección.

John Bowlby (1907-1990) fue el primer psicólogo en desarrollar una "Teoría del apego".

El vínculo de apego suele aparecer en torno al año y suele darse entre un niño o niña y sus progenitores/cuidadores. Esta primera relación será fundamental porque determinará la manera de relacionarse del adulto. En función de esta “primera relación” se desarrolla un tipo de apego u otro, que como he dicho anteriormente determinará la manera de relacionarnos con los demás en la etapa adulta.

Este concepto puede tener que ver, en algunos casos, con los problemas relacionales en general y con el trastorno evitativo de la personalidad en particular.

¿Hay tratamiento?

El tratamiento general del trastorno de la personalidad por evitación es similar al de todos los trastornos de la personalidad.

Los pacientes con trastorno de la personalidad por evitación a menudo evitan el tratamiento.

Las terapias eficaces para los pacientes con trastorno de la personalidad por evitación incluyen:

ü  Terapia cognitivo-conductual centrada en la adquisición de habilidades sociales (psicoterapia individual y/o grupal)

ü  Otros tratamientos grupales si el grupo está formado por personas con las mismas dificultades

ü Terapias individuales que sirven de apoyo y tienen en cuenta las hipersensibilidades del paciente hacia los demás.

ü Psicoterapia psicodinámica, que se centra en los conflictos subyacentes, puede ser útil.

ü El tratamiento farmacológico puede ser muy útil para ayudar a reducir la ansiedad y facilitar el trabajo de afrontamiento del miedo para poder así ir adquiriendo habilidades intra e interpersonales.

 

Referencias

Vallejo Ruiloba, J. (2006). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. Barcelona: Ed. Elsevier Masson (6ª Edición).

https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastornos-de-la-personalidad/trastorno-de-la-personalidad-evitativa-por-evitaci%C3%B3ntpe

https://orientacionpsicologica.es/trastorno-evitativo-de-la-personalidad/

https://iratxelopezpsicologia.com/apego-evitativo/

https://ro.pinterest.com/pin/190840102949217447/

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https://www.themoviedb.org/movie/162-edward-scissorhands/images/posters?image_language=th&language=es-ES

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https://es.wikipedia.org/wiki/Apego

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Espero que os haya gustado, ¡nos vemos en el próximo artículo!

Mayte Moreno

www.mentalis-psicologia.com






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