La jardinería es una actividad que involucra actividades
físicas muy diversas como la manipulación de herramientas, o la ejecución de
movimientos precisos a la hora de regar o trasplantar plantas, que son muy
favorables para mantener un correcto funcionamiento de las articulaciones y la
musculatura. Pero, además, la jardinería mantiene activo el cerebro. La
Universidad de Texas entrevistó a 300 personas mayores para calcular su nivel
de entusiasmo y los resultados demostraron que aquellas personas que pasaban
tiempo cuidando de las plantas manifestaban mayores ratios de satisfacción. De
igual manera, una investigación en Holanda determinó que media hora de trabajos
en el jardín reduce de forma significativa el nivel de cortisol.
Por todo ello, vamos a descubrir algunos de los beneficios
psicológicos más positivos que pueden aportarnos el cuidado de nuestras
plantas.
1.
Alivia tensiones, ya que es una actividad relajante.
Dedicar un momento cada día al cuidado de nuestras plantas
ayuda a evadirse, aliviar las tensiones del día a día y produce un efecto muy
relajante que puede ser clave a la hora de combatir problemas como el estrés,
la ansiedad o la depresión.
Además, al estar rodeado de plantas generas a tu alrededor
un entorno sereno que facilita la relajación. Sembrar, regar cada día, podar,
quitar hojas secas, abonar, desparasitar... Cuidar de nuestras plantas ayuda a
concentrar toda nuestra atención en ellas durante un buen rato y desconectar,
al mismo tiempo, de los problemas cotidianos en un entorno sereno, permitiendo
la desconexión total.
2.
Nos hacen compañía.
Aunque en un primer momento pueda sonar extraño, las plantas
son mucho más que un elemento meramente decorativo. Tienen vida, las vemos
crecer día a día, pueden acompañarnos durante años y nos evocan recuerdos
felices: de otras casas por las que hemos pasado, de la persona que nos la
regaló, del momento vital en el que las compramos...
3. Mejoran el estado de ánimo.
En el caso de tenerlas en el balcón, la terraza o el jardín,
pasar un rato con ellas a la luz del sol aumenta los niveles de endorfinas, lo
que produce a su vez, un efecto muy positivo en nuestro estado de ánimo. Las
plantas, por tanto, aportan felicidad.
Las
plantas, su color, su forma, la delicadeza de sus flores, incluso el sonido que
hacen las hojas cuando sopla el viento, nos ayudan mucho a desconectar. Al hacerlo, empezamos a sentirnos
mucho mejor, más animados y relajados, lo cual nos permite disfrutar más de la
vida. Es un placer para nuestros sentidos.
4.
Potencia la autoestima.
Verlas crecer y florecer nos aporta una gran satisfacción
personal. Es el resultado de toda la dedicación y mimos que les hemos profesado
y esto siempre favorece nuestra autoestima.
Tener una planta sana exige una serie de cuidados que se le
deben proporcionar a diario. Observar cómo va creciendo y desarrollándose
correctamente es algo muy satisfactorio, lo que sin lugar a dudas aumenta la
autoestima.
5.
Enseña a los más pequeños (y a nosotros mismos) a asumir responsabilidades y
favorece su educación.
Tener una planta, al igual que cuando se tiene una mascota,
requiere que adquiramos una serie de responsabilidades para con ella. En el
caso de los niños, además, puede servir como aliciente para enseñar el respeto
a la naturaleza o clases de biología con las que aprenderán las distintas fases
por las que pasan los seres vivos.
Ocuparse
de las plantas es un encargo familiar excelente. También pueden los niños tener
esa tarea encomendada en la escuela. Crearemos en ellos amor a la naturaleza y
les daremos conocimientos de biología a pequeña escala.
6. Ayuda a organizar nuestra mente.
Organizar las rutinas diarias en torno a nuestras plantas y
sus necesidades puede ser una buena vía para aprender a poner orden en la
agenda semanal y priorizar aquellas actividades que son esenciales de las que
lo son menos.
7.
Ayuda a concentrarse.
Seguir
un calendario de siembra, riego, poda, cosecha, etc. ayuda a mantener el ritmo
del año. Cada acción requiere que prestemos atención para hacerla bien. Y eso
facilita que olvidemos preocupaciones. Como
hemos comentado anteriormente, cuidar de nuestras plantas ayuda a concentrar
toda nuestra atención en ellas durante un buen rato y desconectar, al mismo
tiempo, de los problemas cotidianos en un entorno sereno, permitiendo la
desconexión total.
8.
Genera o potencia el amor hacia el Hogar.
La jardinería, a escala doméstica, nos hace cuidar los
pequeños detalles y al mismo tiempo va creciendo en nosotros el amor hacia
nuestra propia casa. Descubrimos rincones, cómo adornar el salón en Navidad,
cómo recibir a unos invitados con flores frescas…
Cada temporada
podemos jugar con distintas flores. El color y el aroma embellecen el jardín,
un balcón o una terraza. Y hay diversidad como para que podamos disfrutarlas en
cualquier clima.
Y esto siempre, aunque más en tiempos de confinamiento, es
todo un aliciente para sentirnos más a gusto en casa.
9. Nos ayuda a socializar.
Podemos cuidarlas en soledad pero también compartir esta
afición con amigos (con los que intercambiar semillas o esquejes, pedir consejo,
enseñar a trasplantar...) o con miembros de nuestra familia a los que podemos
enseñar y de los que también podemos aprender.
Si no tienes idea de qué hacer un fin de semana con la
familia siempre puedes proponer que trabajen contigo en el jardín… ¡hay tanto
por hacer! Regar, podar, trasplantar, plantar… Mantener el jardín es más
sencillo y divertido cuando lo cuidáis entre todos.
Puede ser un hobby al
que están invitados nietos, amigos, vecinos, cuñados… Las plantas hacen buenos
amigos: podrás hablar de ellas, pedir consejo, mostrar cómo van, enseñar a
trasplantar…
¿Existe un regalo más
personalizado que ofrecer una planta nacida en nuestro propio jardín? Con el
tiempo, conseguiremos esquejes y sabremos obtener una nueva planta o flores
para obsequiar a alguien.
10. Nos mantiene en forma.
La jardinería
nos hace estar activos y en forma. Sirve para hacer ejercicio físico (cada uno
a su nivel) a menudo sin que no nos demos cuenta.
Los expertos aseguran que trabajar en jardín durante 45 minutos equivale a
quemar las mismas calorías que con media hora de ejercicio aeróbico.
No es un beneficio psicológico pero sí otro interesante atractivo que puede
motivarnos a poner una o varias plantas en nuestra vida.
Y uno de propina…
11. Limpia el aire que respiramos.
Solemos
dar por sentado que siempre habrá oxígeno disponible para que nosotros podemos
respirar, pero lo cierto es que sin las plantas ningún animal (ni tampoco
humano) estaría aquí. Ellas expulsan oxígeno y absorben dióxido de carbono. Además, en
verano refrescan el ambiente y en invierno producen calor.
Una recomendación para principiantes…
Para aquellos que no tengan idea sobre
el cuidado de las plantas pero deseen iniciarse en esto del cuidado vegetal
quizás lo mejor sería empezar por alguna que sea ideal para principiantes. Os
hago una propuesta: las Suculentas.
Las suculentas
constituyen un grupo diverso de plantas caracterizadas por sus hojas y tallos
carnosos. Muchas plantas suculentas viven en áreas cálidas y secas, como los
desiertos, y sus tejidos que acumulan agua les permiten sobrevivir durante
largos períodos sin lluvias. La mayoría de las suculentas necesitan luz para
prosperar, pero no todas crecen bien a pleno sol.
Pueden crecer y desarrollarse bien sin
apenas cuidados. Podrían soportar semanas sin agua dentro de casa y se
mantendrían bien, incluso un par de semanas al exterior si no están a pleno sol. Hay un
montón de variedades, así que podéis escoger la que más os guste.
Os hago dos recomendaciones:
ü La
Graptoveria: Sus hojas gruesas y
carnosas almacenan una gran cantidad de agua de reserva por lo que
tolera cierto tiempo de sequía. Tiene un tono rojizo que se mantiene incluso en
zonas poco soleadas.
ü La Crassula
Ovata:
Una suculenta muy popular por su resistencia y su bonita floración. Tolera relativamente ambos extremos, exceso
de riego y sequía. También puede adaptarse a recibir poca luz, aunque
por experiencia sé que sin sol directo no florecerá. La mía está en un rincón
sombrío y no lo hace.
Referencias
https://www.lavanguardia.com/seguros/20190904/47181488365/jardineria-horticultura-mayores-logevidad-capacidad-cognitiva-terapia-ocupacional-sanitas.html
https://www.20minutos.es/noticia/4256172/0/nueve-beneficios-psicologicos-que-nos-aporta-tener-y-cuidar-plantas-en-casa/
https://www.jardineriaon.com/beneficios-cuidar-plantas.html
https://es.aleteia.org/2018/12/15/9-beneficios-de-la-jardineria-y-las-plantas/
https://www.amazon.in/Rolling-Nature-Plant-Round-Ceramic/dp/B071WLVSCH
https://www.marineflorists.com/plant/jade-plant-crassula-ovata/prod6890541
https://www.pinterest.es/yari_mendez03/harry-potter/
https://www.pinterest.es/pin/682084306040461823/?nic_v2=1a3Kcx926
https://www.paho.org/es/salud-mental-covid-19
https://www.flickr.com/photos/vainillita2010/5205871134/
https://www.amazon.es/ATP-Gifts-jardiner%C3%ADa-recomendaciones-Titchmarsch/dp/B00278KDEQ
https://twitter.com/allen_rajesh/status/1003912723615371264
https://www.facebook.com/nameplants/photos/quien-se-identifica-jeje-/2072876042747693/
https://www.facebook.com/eljardindelartehn/photos/si-hablar-con-cari%C3%B1o-a-las-plantas-les-ayuda-a-crecer-imagina-que-consigues-si-h/2189722157772615/
https://naturalezatropical.com/graptoveria-tibutans/
https://kambroo.com/plants/crassula-ovata-portulacea/
Y hasta aquí nuestro artículo de
hoy. ¡Hasta la próxima!
Mayte Moreno
www.mentalis-psicologia.com