Según palabras de Blandine Calais-Germain, “bajo el gesto respiratorio se esconde un
gesto furtivo tan íntimamente ligado a nuestra vida que a menudo no lo
reconocemos, pasando desapercibido...” Estoy de acuerdo, así que vamos a
dedicarle la atención que se merece observando de cerca este pequeño-gran
fenómeno.
1. EL GESTO
RESPIRATORIO
Si ponemos atención nos daremos cuenta que hay ritmos orgánicos de todo
tipo actuando en nuestro cuerpo continuamente. Ejemplos:
ü La digestión
ü La vigilia y el sueño
ü La circulación sanguínea
ü La respiración
Respiración: del latín respirare, está compuesto por los siguientes componentes latinos:
-Prefijo re- (reiteración)
-Verbo spirare (soplar).
Es posible que spirare sea una
onomatopeya del sonido que hace uno al espirar. De spirare también nos llegan las palabras espíritu e inspiración.
La respiración es un proceso vital que consiste en la entrada de oxígeno al
cuerpo de un ser vivo y la salida de dióxido de carbono del mismo, así como el
proceso metabólico de respiración celular, indispensable para la vida de los
organismos aeróbicos.
A un nivel más psicológico, el gesto respiratorio permite una interacción
entre dos sistemas mentales: el consciente y el inconsciente. Por una parte, la
respiración es casi siempre inconsciente, es decir, automática, e influye en
nuestras acciones y emociones y, al mismo tiempo, está influenciada por ellas.
La relación en este aspecto es bidireccional.
Pero al mismo tiempo, el gesto respiratorio es un acto sobre el cual
podemos intervenir ampliamente, de manera consciente y voluntaria, moldeándolo
de múltiples formas, con repercusiones a
múltiples niveles.
2. RESPIRACIÓN
INTERNA Vs. RESPIRACIÓN EXTERNA
El gesto respiratorio tiene una primera finalidad permanente: la hematosis. Es un proceso a
través del cual la sangre venosa se transforma en sangre arterial, aportando
así el oxígeno y desechando el gas carbónico, necesario para que las células de
los tejidos del cuerpo funcionen. Este doble fenómeno se denomina respiración
interna (se produce en los tejidos y las células). Para ello el aire entra
desde el exterior del cuerpo hacia los pulmones y sale de ellos alrededor de 12 a 17 veces por minuto. Este
fenómeno se denomina respiración externa o ventilación (se
produce en los pulmones).
3. COINCIDENCIA
ENTRE GESTO RESPIRATORIO Y RESPIRACIÓN
El cuerpo no puede almacenar el oxígeno: por tanto es necesario respirar
sin cesar, día y noche.
Sin embargo, el gesto respiratorio no se corresponde siempre con las
necesidades de oxígeno en el cuerpo. Con frecuencia está relacionado con otras
circunstancias que no están directamente relacionadas con la oxigenación.
Por ejemplo, se puede realizar un gesto respiratorio…
ü para acompañar el impulso de un
movimiento.
ü para modificar emociones.
ü para modificar el tono corporal
(hacia la relajación o hacia la activación).
ü para acompañar o modificar placer
o dolor.
ü para sostener la voz (hablada o
cantada).
ü para movilizar vísceras.
ü para abrir o cerrar más las
costillas.
ü para acentuar o moderar una
curvatura vertebral…
Algunas de estas situaciones pueden incluso acumularse al mismo tiempo, por
ejemplo se puede respirar a la vez para oxigenarse, para soplar en una flauta y
para marcar una línea musical…)
Así, con frecuencia existe un “desfase” más o menos consciente y
voluntario, entre las necesidades de la hematosis y el gesto respiratorio.
4. ¿APRENDER A
RESPIRAR…?
En determinadas técnicas se opta en ocasiones por la abstención de toda
consigna respiratoria durante el ejercicio, basándose en que solamente la
respiración espontánea puede acordarse bien con el movimiento. Al contrario, en
otras técnicas (por ejemplo en el Yoga) la respiración es objeto de un
aprendizaje en sí mismo.
Es cierto que la respiración de oxigenación es un movimiento automático que
no necesita aprendizaje. Pero más allá de la necesidad inmediata de oxígeno hay
una gran variedad de gestos respiratorios.
5. RESPIRAR
La respiración espontánea parece repetirse sin cesar. En cambio, si miramos
o escuchamos a alguien respirar… si observamos o sentimos en nosotros mismos la
propia respiración en diferentes situaciones… podremos constatar fácilmente que
el gesto respiratorio cambia sin cesar.
Puede ser mínimo o potente… puede cambiar de velocidad y/o ritmo… puede ser
más o menos voluntario… puede ser ruidoso o silencioso…
Lo que tienen en común todas las respiraciones es la alternancia incesante
de los movimientos de ida y vuelta que son la inspiración y la espiración,
ritmados por tiempos de pausa llamados apneas.
5.1 LA INSPIRACIÓN
Tomamos aire sin cesar, más o menos doce veces por minuto en la vida
corriente.
La inspiración es el tiempo en el cual hacemos que el aire llegue a los
pulmones desde el exterior del cuerpo.
Se va a manifestar con una expansión de una parte del tronco.
Puede vivirse con amplitudes muy diferentes y velocidades muy variadas.
Puede ser más o menos ruidoso.
Es un tiempo que puede ser tanto activo como pasivo.
5.2 LA ESPIRACIÓN
La espiración es el tiempo durante el cual se devuelve el aire desde los
pulmones hacia el exterior del cuerpo.
Con frecuencia se va a manifestar por un repliegue, un “cierre” de una
parte del tronco.
Este acto puede vivirse con amplitudes muy diferentes y desde velocidades
muy variadas.
Puede ser más o menos sonora.
Normalmente es un tiempo pasivo pero puede volverse muy activo.
5.3 LA APNEA
Designa todo momento de pausa del flujo respiratorio
Esta pausa puede producirse en cualquier instante de la respiración.
Normalmente se manifiesta a nivel de tronco respiratorio, por una
suspensión del movimiento.
En la respiración corriente, esta pausa se hace naturalmente, para pasar de
un movimiento respiratorio al movimiento inverso:
-después de la inspiración,
un pequeño tiempo sin respiración precede la espiración.
-después de la espiración, sigue
un tiempo sin respiración, a menudo más largo, antes de volver a tomar aire.
En general, estas apneas
fisiológicas tienen su duración regulada de manera automática, en relación
con las necesidades que tiene el organismo de oxígeno y de expulsión del gas
carbónico. Pero se puede también modificar la duración de la apnea, de manera
consciente y voluntaria. Sin embargo esto sólo es posible hasta cierto punto
(después de un cierto tiempo de apnea, si el cuerpo llega al límite de sus
necesidades fisiológicas, la respiración se reanuda de manera automática).
Según los casos, el momento de apnea puede ser un momento de reposo o, al
contrario, un tiempo muy activo.
6. ¿RESPIRAR POR LA
NARIZ O POR LA BOCA?
En numerosas técnicas corporales se dan consignas sobre este tema. A pesar
de todo, en realidad las dos vías son posibles, con intereses e inconvenientes
muy diferentes.
Cuando respiramos por la nariz el
aire es a la vez:
ü calentado y humedecido por la
mucosa.
ü limpiado de polvo, retenido por
los pelos o el moco.
ü purificado de bacterias por las
enzimas del moco.
De esta manera llega el aire a
los pulmones caliente, húmedo, purificado, de gran calidad.
Desde este punto de vista, es mejor respirar por la nariz (aunque a veces
no es posible o sólo parcialmente debido a problemas).
Cuando respiramos por la boca:
Con la boca abierta el aire encuentra menos resistencia. Además el trayecto
es ligeramente más corto. Así podemos movilizar fácilmente grandes cantidades
de aire por la boca abierta, tanto en la inspiración como en la espiración. De
esta manera se pueden conseguir respiraciones profundas con mayor facilidad.
Esto es interesante, por ejemplo, cuando hay que movilizar rápida y
momentáneamente una gran cantidad de aire:
ü actividad física intensa.
ü inspiraciones rápidas, por
ejemplo, para nadadores, los cantantes o los instrumentos de viento.
ü técnicas donde se busca la
espiración más profunda posible, por ejemplo para estirar el músculo diafragma.
Por la boca también podemos variar el flujo de aire mucho más que por la
nariz, cerrándola más o menos, en particular a nivel de los labios, la lengua o
el velo del paladar.
7. LAS PRINCIPALES
RESPIRACIONES “FISIOLÓGICAS”
7.1 EL SUSPIRO
El suspiro es una pequeña espiración que hacemos espontáneamente para
relajarnos. Su particularidad, en relación con la espiración normal, es que
conlleva un pequeño impulso, una aceleración en el flujo de aire.
El suspiro es a la vez testimonio y el medio de relajación, durante un
breve instante, de una gran parte de la musculatura postural y respiratoria, en
particular del diafragma.
Conviene particularmente para los movimientos que deben vivirse en el
descanso, la relajación, la fluidez.
Del mismo modo, ligeramente sonorizado, será útil en las técnicas de voz,
para todos los momentos en los que queramos buscar o reencontrar el descanso o
la espontaneidad vocal.
7.2 EL HIPO
Hay contracción repentina e involuntaria del diafragma: esto abre
bruscamente el tórax, y provocaría una viva inspiración si no hubiera al mismo
tiempo un cierre inmediato de la glotis.
7.3 LA TOS
Muy a menudo la tos es una acción que tiene como objetivo expulsar algo del
aparato respiratorio. Para conseguirlo enviamos aire a gran velocidad en el
sentido espiratorio.
La tos puede servir para evacuar un objeto pero a veces se produce sin que
haya nada que expulsar: es la tos seca.
7.4 EL ESTORNUDO
Es una tos muy fuerte y casi irreprimible que se produce como consecuencia
de una irritación de la mucosa nasal. Sucede el mismo mecanismo que en la tos,
pero más rápido, más intenso, y una parte del aire espirado sale por la nariz.
7.5 LA VOZ
La voz se produce durante el tiempo espiratorio. El aire espirado comienza
a vibrar a nivel de las cuerdas vocales.
7.6 EL GRITO
Encontramos los mismos componentes que en la voz pero con una variante: la
presión del aire en el grito es mucho más fuerte. La potencia del sonido vocal
está en relación con la rapidez de la salida del aire.
7.7 EL JADEO
Aumentamos la frecuencia de respiraciones. Al mismo tiempo eliminamos los
tiempos de apnea, en particular el tiempo de apnea post espiratoria.
7.8 LA RISA
En la risa sacamos el aire bajo presión con un sonido vocal. E
interrumpimos esta salida de aire y esta emisión de manera rápida y rítmica.
De manera parecida a lo que ocurre al toser, cuando nos reímos casamos el
aire con cierta velocidad y presión (menor que en la tos). Con cada cierre de
la glotis se forma un breve sonido vocal bajo presión de aire. Para crear esta
presión, contraemos los músculos espiradores, en particular los abdominales, lo
que explica que, con frecuencia, tengamos “dolor de barriga” cuando nos hemos
reído mucho.
8. ALGUNAS
RESPIRACIONES CONSCIENTES
8.1 RESPIRACIÓN
ACTIVADORA (DE FUEGO)
La respiración de fuego es una respiración diafragmática que se caracteriza
por un movimiento fuerte (extensión y contracción del ombligo). Según los
yoguis se hace concentrándose en el entrecejo, respirando por la nariz e
intentando equilibrar la inhalación y la exhalación. Aumenta el oxígeno en la
sangre y, por esto, es purificadora.
8.2 RESPIRACIÓN
ALTERNA (ACTIVADORA/RELAJANTE)
Afirman estudios científicos y una larga práctica tradicional del yoga
(Nadi Shodhana) han demostrada la gran efectividad de esta respiración.
La fosa nasal derecha está directamente conectada con la parte simpática
del cerebro (hemisferio izquierdo), activador de los mecanismos de energía y
alerta. La fosa nasal izquierda en cambio está directamente conectada con la
parte parasimpática del cerebro (hemisferio derecho), que activa los mecanismos
de relajación y reparación. Teniendo esto en cuenta, respirando por la fosa
nasal derecha crearás un canal interno de mayor energía y respirando por la
fosa nasal izquierda te relajarás y calmarás.
Respirar alternativamente por cada fosa nasal produce desplazamiento de un
hemisferio a otro y este hecho fisiológico garantiza un buen estado anímico,
calma y concentración.
Es muy efectivo para lidiar cuando estamos sometidos a estrés, ya que tiene
una gran capacidad de “desbloqueo” mental.
8.3 RESPIRACIÓN
RELAJANTE (LARGA Y PROFUNDA)
La respiración larga y profunda comienza con la distensión del ombligo y
continúa por el levantamiento de la caja torácica llenando los pulmones con el
aliento. La exhalación consta del proceso al revés: bajando la caja torácica y
la contracción del ombligo. Habitualmente se hace por la nariz. Es utilizada
para calmar el organismo y los yoguis afirman que llevan la conciencia a uno
mismo.
9. CONCLUSIONES
Los profesionales del movimiento podrán buscar una mejor concordancia entre
el gesto respiratorio y el gesto corporal: bien en sincronizaciones o bien en
coordinaciones más contradictorios.
Las personas que practican todas las técnicas relacionadas con la
relajación podrán valerse de algunos ritmos y volúmenes respiratorios para
modificar el tono corporal. Pueden afinar mucho la precisión de sensaciones,
para aquellos que trabajan en el ámbito de las técnicas de conciencia corporal.
Las personas que trabajan en el campo de las técnicas psico-corporales
podrán reconocer y adaptar de un modo más claro la relación recíproca entre las
emociones y la respiración.
Los que trabajan su voz o con su voz, y quieren perfeccionarla o
simplemente cuidarla, pueden encontrar un mejor acuerdo entre su respiración y
su voz.
10. REFERENCIAS
Calais-Germain, B. (2006) La respiración. Anatomía para el movimiento –
Tomo IV. Barcelona: La liebre de marzo
Hasta aquí el
artículo, deseando que os haya interesado. Saludos y hasta pronto,
Mayte Moreno
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