En homenaje a todo lo que representa el 1 de noviembre, Día de Todos
los Santos, desde Mentalis hemos querido tratar el tema de los ritos y rituales y
resaltar su importancia a lo largo de toda la historia de la Humanidad , en la
sociedad en general y en cualquier tipo de comunidad en particular (familia,
ciudad, país, tribu...) ¡Esperamos que os interese!
1. ¿DE QUÉ ESTAMOS HABLANDO?
Según la RAE ,
la palabra “rito” proviene del latín ritus,
y significa costumbre o ceremonia. Conjunto de reglas establecidas para el
culto y ceremonias religiosas.
Otra definición podría ser la que define el rito como el acto
religioso o ceremonial repetido invariablemente en cada comunidad cultural. Los
ritos son simbólicos y suelen expresar el contenido de algún mito. La
celebración de los ritos (ritual) puede consistir en fiestas y ceremonias de carácter
más o menos solemne, según pautas que establece la tradición o la autoridad
religiosa o de la organización correspondiente.
Otra definición más compleja sería la que define el ritual como la
expresión manifiesta cultural en la que convergen las dos realidades del ser
humano: lo sagrado y lo profano. Por tanto, teniendo en cuenta esta premisa,
podría definirse el ritual atribuyéndole una serie de características:
ü Acto o evento que se repite de manera
regular.
ü Respuesta a un contexto requerido cada
vez que las circunstancias que lo ocasionan reaparecen.
ü Muestra de la relación entre lo humano
y lo sobrenatural.
ü Algo particularmente elaborado a partir
de diferentes actos: trance, sacrificio, metamorfosis...
ü Rigidez en sus formas, poseyendo una
secuencia determinada de acciones que son conocidas por todos los
participantes.
ü Aceptación colectiva.
ü Muy ligado a la tradición.
Por último mostraremos una definición de la etnóloga y socióloga francesa
Martine Segalen, especialista en antropología de la familia, quien afirma que
el rito o ritual (los trata como sinónimos) es un conjunto de actos
formalizados, expresivos, portadores de una dimensión simbólica. El rito se
caracteriza por una configuración espacio-temporal específica, por el recurso
de una serie de objetos, por unos sistemas de comportamiento y de lenguaje
específicos, y por unos signos emblemáticos, cuyo sentido codificado constituye
uno de los bienes comunes de un grupo.
2. UN POCO DE HISTORIA... DESMONTANDO LOS RITUALES.
A grandes rasgos podríamos decir que los antropólogos fueron los
primeros en estudiar y analizar los rituales. Sostienen que los ritos
convalidan la estructura social actual y promueven la resolución de problemas
personales y sociales, al facilitar la manifestación ideológica, de valores,
moral y emocional (veremos ampliados estos conceptos en el punto 3) mediante
actos simbólicos (Comstock, 1972).
Todo ritual debe ser lo suficientemente flexible para así adaptarse a
las nuevas necesidades individuales y colectivas. A tenor de esto, según Godoy
(1977) cuanto más flexible sea el ritual, en mayor medida facilitará la
incorporación de nuevos significados que se ajusten a los cambios históricos e
individuales, potenciando un estado adecuado de conciencia que evoque emociones
intensas.
A pesar de estas importantes e intensas funciones sociales y
personales actuales, ya en las sociedades primitivas cumplían (y cumplen) una
triple e indisoluble función sociocultural:
-Organizar la vida de los
pueblos definiendo y confirmando su estructura social.
-Si los rituales son
adecuadamente flexibles, introducen armónicamente las nuevas formas y valores
que la evolución histórica exige.
-Dotar de significado a
las experiencias vitales, convirtiéndose en un valioso instrumento para que
jóvenes aprendan normas y valores tribales, y además todo un compendio de
conocimientos y habilidades imprescindible para su vida como adultos.
En este sentido, Van der Hart (1983) distingue en todo ritual una
parte formal y una parte vivencial, que forman un todo indisoluble. Desde el
aspecto formal, un rito queda configurado por un conjunto de acciones
simbólicas que deben realizarse de una manera muy concreta y determinada,
siguiendo un estricto orden. El aspecto vivencial implicaría un fuerte
compromiso en la realización.
Según Moore y Myerhoff (1999), los rituales quedan configurados por 6
rasgos formales:
ü Repetición (de ocasión, contenido y
forma).
ü Actuación (representación de un
papel).
ü Estilización (carácter extraordinario
de la conducta).
ü Orden de la secuencia.
ü Presentación evocadora (determinado
estado mental).
ü Dimensión colectiva.
Para Martine Segalen, el episodio ritual consta de 3 fases:
ü Separación: episodios más marcados en ceremonias
funerarias.
ü Margen: un ejemplo claro son los periodos de noviazgo
(margen entre el estado de soltería y el conyugal).
ü Agregación: muy asociado al matrimonio.
Según Van Gennep, los ciclos de
los rituales acompañan y conducen la vida privada del individuo desde el
nacimiento hasta la muerte, a través de las diferentes edades vitales. Algunos
ejemplos serían:
ü Bautismo: aquí quedarían incluidos los ritos de
incorporación, por parte de la
Iglesias , de los recién nacidos a la Comunidad.
ü Matrimonio: acto social de mucha importancia,
sobretodo en los medios rurales, ya que a través de los cónyuges se unen dos
familias.
ü Muerte: de todos los ritos funerarios, los que asimilan al
fallecido al mundo de los muertos son los más elaborados y se les atribuye
especial importancia.
3. LOS RITOS Y LA
FAMILIA
Ya hemos visto que los ritos son una forma de organización social que
forma parte de la cultura familiar, escolar y ritual. Y si nos fijamos, la
convivencia social está marcada por ritos de celebración, despedida, encuentro,
bienvenida...
En general nos gusta que en los rituales estén presentes las personas
que más queremos ya que su asistencia es señal inequívoca de afecto
(imaginemos, por ejemplo, cuando un niño celebra su cumpleaños y asisten a la
fiesta sus amigos y familia).
Los ritos son una expresión y elaboración de sentimientos y emociones.
Si facilitamos al niño la posibilidad de participar activamente en ellos,
aumentará su sentimiento de pertenencia a su familia, a su comunidad escolar, a
su país...
¿Por qué es tan importante participar en determinados rituales? Porque
dejar que acontecimientos importantes sucedan sin ritualizarlos es
invisibilizar la importancia que tienen. Los ritos enseñan a los niños a
“conectarse” con las vivencias emocionales de los demás y a expresar propias
emociones. Por tanto, la importancia radica en:
ü generación de conexión emocional
ü generación de sentimiento de
pertenencia.
Por ejemplo, los rituales con características de celebración son una
oportunidad para exteriorizar afecto. En cambio, en los ritos funerarios o
despedidas, el niño aprende a “sintonizarse” con las emociones ajenas y
comprende que estar acompañado en las penas ayuda a mitigarlas.
Es en la familia, por tanto, donde se viven con fuerza la intimidad y
las expresiones de afecto; por este motivo es importante que todos los miembros
de la familia, incluidos los niños, busquen formas para que hayan ritos que
vayan modelando positivamente la vida afectiva familiar.
4. TIPOS DE RITOS
Hay muchas maneras de clasificar las cosas y, en esta ocasión, las
cosas no van a ser distintas. Una de las clasificaciones podría ser la
establecida por Emile Durkheim, que ordena los ritos según su doble ritmo
(alternando momentos profanos y sagrados) rompiendo con la rutina cotidiana:
ü Cultos negativos o tabúes
(relacionados con los ritos de evitación).
ü Cultos positivos (relacionados con
fiestas y celebraciones).
ü Ritos piaculares (relacionados con la
expiación).
Cabe decir que, según Durkheim, es importante apuntar que, aunque
estas ceremonias tengan un punto de partida triste, acaban devolviendo la
confianza en la vida. Por tanto el rito se entiende como un reforzador del
vínculo social y su incumplimiento supone una amenaza para el grupo.
La celebración de los ritos (ritual) puede ser muy variada. Ya hemos
visto que algunos pueden ser muy festivos y otros, en cambio, muy solemnes. Los
rituales se llevan a cabo de acuerdo a la tradición y pueden ser dirigidos por
algún tipo de autoridad.
Obviamente los ritos varían de una sociedad o cultura a otra, pero
ciertamente se sustentan en unos pilares comunes a toda la Humanidad.
Una clasificación más llana podría ser la siguiente:
ü Ritos de purificación (relacionados
con el elemento agua): limpian la culpa del individuo y lo hacen digno de la
divinidad correspondiente.
ü Ritos de sangre: consisten en el
derramamiento de sangre (normalmente con fines o sacrificios religiosos).
ü Ritos de tránsito: se dan en momentos
clave de la vida de una persona y son específicos para cada cultura y comunidad
(nacimiento, adolescencia, matrimonio, muerte).
ü Ritos funerarios: relacionados con la
muerte y con el paso a la otra vida.
ü Ritos de iniciación: relativos a los
misterios o prácticas secretas de religiones u otras organizaciones similares.
ü Ritos relativos a fenómenos naturales:
la primavera, la siembra, la cosecha, las tempestades...)
ü Exorcismos: para sacar los malos
espíritus o demonios de algún lugar o de alguna persona.
ü Ritos de consagración: de personas (reyes)
o de lugares (templos).
ü Ritos de conmemoración: en recuerdo de
acontecimientos, instituciones, hechos fundacionales...
ü Ritos de expiación: para pedir perdón
divino.
ü Ritos de gratitud: por salir de una
enfermedad, por las cosechas...
5. LA IMPORTANCIA
DEL RITO FUNERARIO: EL ENTIERRO.
La pérdida de un ser querido es una de las experiencias más difíciles de asimilar. En estos casos, es
de gran importancia dar el último adiós en un acto solemne envuelto en un ambiente
de cordialidad y gratitud, para despedir a una persona ya muerta.
La naturaleza y la composición de los ritos funerarios dependen de la
época, la cultura, la posición social del difunto, las creencias religiosas de
la sociedad y el afecto hacia el muerto.
Los diferentes ritos de funeral son básicamente el embalsamamiento, la
sepultura o la cremación y es importante añadir que las prácticas relacionadas
con la muerte y el enterramiento de una persona son específicos de la especie
humana.
Estas prácticas, que están estrechamente relacionadas con las
creencias religiosas sobre la naturaleza de la muerte y la existencia de una
vida después de ella, implican importantes funciones psicológicas, sociológicas
y simbólicas para los miembros de una colectividad.
En el caso del enterramiento, éste está asociado al culto de los
antepasados o a las creencias en la otra vida. Sin embargo existen también
ritos funerarios sin creencias religiosas en las que lo importante no son las
creencias del celebrante sino las del difunto y su familia (funerales laicos).
Veamos entonces donde radica la importancia de los funerales:
ü Son fuente de consuelo y alivio. El
estar rodeados de otros iguales proporciona apoyo moral, psicológico, emocional
y espiritual para afrontar con valor y resignación la pérdida.
ü Favorece la elaboración normal del
proceso de duelo.
ü Clima de seguridad y armonía
proporcionado por nuestros seres queridos que nos acompañan, compartiendo y
expresando de manera mutua el dolor y la pena por la persona que nos deja.
ü Recordatorio de todas las cosas buenas
que la persona que nos deja hacía en vida.
ü Redefinición de nuestros principios.
Ante la muerte de un ser querido, la vida se relativiza facilitando la toma de
conciencia de las cosas realmente importantes en nuestra vida.
ü Sentido de la dignidad: El último
adiós para la persona que se marcha debe ser digno de ella.
ü Expresiones de Fe o creencias.
ü Restablecimientos de vínculos
familiares. Cuando un ser querido fallece, los vínculos familiares se
fortalecen y en aquellas relaciones que se encontraban rotas se puede facilitar
una reconciliación.
6. REFERENCIAS
Segalen, M. (1998). Ritos y rituales
contemporáneos. Madrid: Alianza editorial.
http://es.wikipedia.org/wiki/Funeral
www.familiasluiscampino.com/2011/08/opinion-la-importancia-de-los-rituales.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Rito
http://definicion.de/rito/
http://definicion.de/tradicion/
http://es.wikipedia.org/wiki/Duelo_(psicolog%C3%ADa)
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89mile_Durkheim
http://www.revista-digital.ceemi-unr.com.ar/numero12/pdf/PerezInes.pdf
¡Hasta el próximo artículo!
Mayte Moreno
www.mentalis-psicologia.com