Aquí os dejo con la entrevista...¡esperando que os
guste!
¿POR QUÉ EN LA CONCIENCIA COLECTIVA LA
AMABILIDAD SE ASOCIA CON LA DEBILIDAD?
La
bondad no tiene porque estar reñida con la asertividad y la defensa de los
propios derechos, ser bondadosos no significa dejarse dominar y mostrarse débil
ante los otros más al contrario la bondad es un símbolo de fuerza, de
satisfacción personal y de sana autoestima. Relacionar la bondad con la
debilidad es una distorsión de la realidad y una justificación de la maldad
para sentirnos que es necesario defendernos y estar constantemente en alerta
cuando realmente no es verídico.
¿ESTÁN REÑIDAS LA BONDAD Y EL
CARÁCTER, POR EJEMPLO LA REBELIÓN ANTE LAS INJUSTICIAS?
Ser
bondadoso no significa no poder expresar enfado, ira, descontento u otras
expresiones de decepción, esto ya sería un extremo de asertividad inhibida
donde la bondad es excesivamente adaptativa hacia lo que quieren y desean los
demás.
Evidentemente,
rebelarse ante las injusticias es sano y adecuado mientras no atente contra el
propio autoconcepto que tenemos de bondad.
Por el
tipo de personalidad que desarrollamos cada uno tendremos tendencia hacia la
bondad social o hacia la maldad social, por esto nuestra lucha vital ha de
marcarse que el objetivo más sano es
conseguir un punto medio entre los dos polos, y nuestra lucha individual será
encontrar un equilibrio, hay personalidades que necesitaran luchar y trabajar
hacia la amabilidad (personalidad antisocial) y otras personalidades
necesitaran que su lucha se decante hacia la expresión de la ira y el enfado
(personalidad dependiente).
¿CÓMO NOS INFLUYE PSICOLÓGICAMENTE LA
AMABILIDAD, EJERCERLA Y RECIBIRLA?
Practicando
y ejercitando la amabilidad obtenemos, normalmente, más amabilidad por parte de
los otros y eso refuerza nuestra autoestima individual y social.
La bondad
y la amabilidad se aprende en las familias, la escuela y en la sociedad, y a
estos tres elementos hay que añadir la propia personalidad del individuo y su
evolución vital circunstancial, todos estos elementos junto a la cultura
presente y pasada que vive esa persona forman su concepto de bondad y
amabilidad, concepto que cada persona percibe y procesa de manera única e
intrínseca.
Todos
tenemos conceptos diferentes de bondad por la conjunción de todos estos
elementos.
¿TRATAMOS MEJOR A LOS QUE NOS RODEAN
SI NOS SENTIMOS BIEN TRATADOS?
Para
entender este juegos de poderes hay que distinguir dos tipos de personalidad
según su locus de control, que es el grado en que un sujeto percibe el origen
de eventos y conductas y de si su propio comportamiento es interno o externo a
él.
Los que
tienen el locus de control externo actuaran en base a la amabilidad o desprecio
que perciban del ambiente, en cambio, los que tienen el locus interno no se
dejarán influir tanto por el exterior y actuaran según sus principios y formas
de pensar, dejándose influenciar lo mínimo posible por el ambiente que les
rodea.
Según
estos locus de control, la externa sería más adaptativa y más perjudicial ya
que no tenemos el control de la situación, el control recae en el exterior, en
cambio la interna es más satisfactoria y sana porque nosotros tenemos más
control sobre nuestras acciones debido a que dependerán de nosotros mismos.
¿POR QUÉ AYUDAR A LOS DEMÁS NOS HACE
SENTIR BIEN?
Ayudar
a los demás nos hace sentir bien cuando nos ayuda a adaptarnos mejor a la
situación, para recibir un mejor trato de los demás, cuando exteriormente se
nos valora por ello y cuando nuestras normas éticas y morales, con las cuáles
definimos bondad y amabilidad se cumplen y conseguimos calificar la acción como
bondadosa.
Socialmente
hacer el bien se considera más valorado que hacer el mal pero al ser una
creencia personal las diferencias interindividuales pueden llevar, en el peor
de los casos, a conflictos entre
personas, sociedades, culturas y razas.
¿LA BONDAD SE APRENDE? ¿CUÁNDO
EMPEZAMOS A SER CONSCIENTES DE SI ESTAMOS ACTUANDO BIEN O MAL?
Bondad es
un concepto mental, no es un ente por si mismo, por lo tanto no nacemos con
bondad o maldad, la sociedad y su cultura nos marca e indica si la acción o pensamiento
merecen tal calificativo, los individuos más adaptados a las normas sociales
son más bondadosos y los menos se les considera más maliciosos. Pero también
dentro de esta bipolaridad hay un montón de grises que son circunstanciales, no
hay hechos buenos o malos sino que son influidos por las circunstancias
ambientales y sobretodo culturales, en las que nos ha tocado vivir.
Para
dividir los conceptos de bien y mal, que
es el objetivo
de la educación moral, es necesario que los hijos hagan suyas las reglas
familiares y culturales. El sentido moral se adquiere muy paulatinamente y
siguiendo el modelo de otras personas. El niño observa, asimila y desarrolla
sus propios criterios morales internos, necesita comprender que las emociones y
los actos no siempre son justos o buenos para los demás.
La comprensión de las reglas morales podríamos decir que se empieza, dependiendo de los casos, entre los3 a 6 años, de una forma
rudimentaria. El niño/a en esta edad comprende de manera muy simple lo que está
bien y lo que no y con los años estos dos conceptos los va evolucionando,
puliendo y matizando.
La comprensión de las reglas morales podríamos decir que se empieza, dependiendo de los casos, entre los
Pero
hay que recordar que entre la niñez y el principio de la adolescencia se va formando la personalidad y vamos
aprendiendo todos estos conceptos, pero no es hasta los 25 años,
aproximadamente, que no se acaba de formar totalmente el desarrollo psíquico,
por lo tanto, estos conceptos siguen evolucionando con el paso de los años, no
es lo mismo la moral cuando tenemos 10, 20, 40 o 80 años. Hay una constante
progresión en los conceptos bondad y amabilidad y también de la maldad y la
poca amabilidad dependiendo de las circunstancias vitales.
Lo que
hay que tener claro a la hora de aprender estos conceptos es que no se heredan
y que son fenómeno más culturales y sociales que individuales, sobretodo en
etapas infantiles y adolescentes, luego con el paso de los años, con la llegada
de la adultez se vuelve más individual y pierde peso la cultura y sociedad.
¿PARA PODER ACTUAR CON AMABILIDAD HACIA
LOS DEMÁS DEBEMOS PRIMERO SER AMABLES CON NOSOTROS MISMOS?
La
amabilidad se basa en el aprendizaje y en la recompensa, si obtenemos un premio
que puede ser en forma de sonrisa, agradecimiento, abrazo, favor, dinero, etc.
Seguiremos potenciando esa amabilidad, si recibimos desprecios dejaremos de ser
amables, por lo tanto a más amabilidad más y mejores refuerzos positivos
recibimos y, por el contrario, con poca bondad y poca amabilidad obtendremos
refuerzos negativos, y todo este proceso potenciando el refuerzo negativo nos
provoca una visión del mundo distorsionada y nos mantiene en un alerta excesiva
y patológica.
Muchas gracias, Jordi.
Mayte Moreno