Entre el final y el inicio de un nuevo ciclo
solemos hacer planes, marcar objetivos, pedir deseos y, en definitiva, pensar
en llevar a cabo toda clase de buenos propósitos. Es también habitual que a
corto o medio plazo muchos de estos buenos propósitos queden en una mera
intención y no acaben convirtiéndose en realidad, frustrándose nuestras
expectativas y convirtiendo este proceso en un hábito que se repite año tras
año sin éxito. Desde Animus intentaremos dar unas
claves para ayudar a que estos pensamientos se materialicen en realidades que
mejoren nuestra calidad de vida.
MOTIVACIÓN
Según Abraham Maslow, famoso psicólogo
humanista estadounidense que estudió la motivación humana (más info), "la necesidad
satisfecha no genera comportamiento, sino que el comportamiento es generado por
la necesidad no satisfecha que hay que paliar". De estas palabras se
desprende el hecho de que cada vez que se nos presenta la idea de marcarnos un
objetivo, en realidad se hace patente una necesidad que requiere ser
satisfecha. Pondremos un ejemplo: imaginemos que un buen día decido que voy a
dejar de fumar. Lo que en principio parece una inspiración muy saludable por mi
parte en realidad responde a todo un
proceso que mi mente ya ha elaborado porque NECESITO cosas que el fumar me impide
tener, como pudiera ser: buena salud, buena presencia, desahogo económico. Tres
elementos que, si paro a pensar, son muy importantes en mi vida cotidiana,
personal y social, para sentir que tengo
una vida plena y feliz. Ahora bien, ¿cómo mantener esta motivación y no
desanimarnos por el camino? Seguid leyendo...
OBJETIVOS
CONCRETOS
Lo primero y más importante ahora es determinar
un objetivo concreto. Puede parecer una tontería pero este paso es crucial para
conseguir nuestro propósito. ¿Cómo vamos a ganar una carrera si no sabemos
dónde está la meta ni sabemos cuál es el recorrido? Vamos con otro ejemplo: no
sería lo mismo decir "Quiero tener dinero ahorrado" que "Quiero
llegar a final de año con 3000€ ahorrados". Evitemos establecer objetivos
genéricos e intentemos determinar metas medibles y cuantificables.
EXPECTATIVAS
REALISTAS
Un segundo elemento básico es tener en cuenta
que las metas que establezcamos sean realistas en cuanto a nuestras
posibilidades ya que, de lo contrario, nos toparemos rápidamente con la
desmotivación. No es lo mismo decir "Quiero ser millonario" que
"Me gustaría ahorrar 3000€ hasta final de año".
PENSAMIENTO
POSITIVO
En lugar de desanimarnos al centrar nuestra
atención en las primeras trabas que nos podamos encontrar a lo largo de nuestro
proceso para conseguir una meta concreta, es hora de detectar estos momentos de
debilidad y darle la vuelta a la tortilla y pensar en otra clave: en lugar de
regodearnos en el sacrificio que nos está suponiendo el proceso podemos poner
atención en el hecho de que el propio sacrificio es señal de que vamos por buen
camino. El pensamiento positivo afecta a nuestra conducta y a todo lo que te
rodea, por tanto es importante intentar generar una actitud positiva con
ejercicios tales como: darte mensajes de ánimo, usar un lenguaje positivo en detrimento
del uso del negativo, centrar la atención en lo bueno y desatender lo que nos
es nocivo, sacar partido de todo es posible, concentrarse en la medida de lo
posible en las soluciones y no en los problemas, pensar cómo lo hacen personas
de éxito y que en cierto modo admires...
FLEXIBILIDAD
Y ESTRATEGIA
Una vez determinado un objetivo concreto y
realista hay que establecer un plan o estrategia bien estructurado. En este
punto es muy recomendable hacer un planning
detallando cada paso a seguir (a modo de guía deben quedar respondidas las
preguntas clave QUÉ, CUANDO, CUANTO, DÓNDE..) Si hemos decidido ahorrar 3000€
en un año tendremos que tener en cuenta variables tales como los ingresos y
gastos mensuales aproximados, qué meses podría ahorrar más y menos... y a
partir de aquí fijar una cantidad (CUANTO) a ahorrar cada mes, cada día, cada
semana o quincena (CUANDO). También estaría bien elegir un lugar dónde ir
guardando el dinero ahorrado (DONDE); de este modo, al ir viendo cómo van
aumentando los ahorros, nos iremos animando y reforzando positivamente ya que
de alguna manera ¡ya estamos consiguiendo pequeños objetivos con éxito! Un
detalle importante: sed flexibles. Si es necesario retocar partes de la
estrategia, hacedlo. Es importante saber adaptarse a las nuevas circunstancias
sin perder de vista nuestro objetivo final. Es importante, incluso muy
recomendable, ir revisando la estrategia a lo largo del tiempo y asegurarnos que
nos sigue siendo útil; en caso contrario, la redefinimos.
TRABAJO
Y DISCIPLINA
Hasta ahora nos hemos mantenido sobretodo en un
plano mental, así que el siguiente paso consiste en externalizar y materializar
todo aquello que hemos ideado y planeado para conseguir nuestra meta ...¡Es
momento de actuar! Hay que trabajar y seguir de manera disciplinada la
estrategia creada. Siguiendo el ejemplo del ahorro, si hemos decidido que cada
día vamos a ahorrar 5€ y los vamos a poner en una hucha concreta, pues podemos
intentar crear un hábito y hacer este ejercicio cada mañana justo antes de
salir de casa, por ejemplo. ¡Adelante!
EL
PODER DE LA VISUALIZACIÓN
Un truco: el poder de la VISUALIZACIÓN. Quizás
pueda parecer el apartado más mágico-maravilloso de todos pero os
sorprenderíais de lo que se puede conseguir usando vuestra imaginación. Si no
estáis familiarizados con las visualizaciones intentad buscar un lugar
tranquilo donde nadie os pueda molestar durante unos minutos. Una vez
relajados, cerrad los ojos e intentad imaginaros a vosotros mismos, con todo
lujo de detalle, con la meta conseguida: imaginaos echando el dinero en la
hucha cada mañana, imaginaos a vosotros mismos al cabo de un año con los 3000€
en la mano, imaginad la hucha llena de dinero... ¡incluso podéis ir más allá y
visualizaros disfrutando de un viaje a
Punta Cana con el dinero ahorrado! Practicad este ejercicio con regularidad y
ya veréis...
OBSERVACIÓN
Por último, y no por ello menos importante, se
recomienda observar el mundo que te rodea y tomar de él lo que necesites para
tus propósito particular (y tu vida en general). De todo se puede aprender y
sacar provecho: de lo bueno, de lo malo, de lo raro... si estás receptivo a
todo tendrás un montón de ideas y te enriquecerás... sobretodo escuchando y
observando todo aquello que sea diferente a ti.
Para terminar, y volviendo a mi querido Maslow,
como curiosidad os diré que él consideró a una serie de personajes históricos
como sujetos autorrealizados, estimando que eran personas con unas cualidades
determinadas:
-centradas
en la realidad.
-centradas
en las soluciones ante los problemas.
-con
percepciones diferentes de los significados y los fines.
-con
necesidad de privacidad.
-independientes
de la cultura y el entorno dominantes.
-inconformistas
y no susceptibles a la presión social.
-con
sentido del humor no hostil.
-buena
aceptación de sí mismos y de los demás.
-creativos
y originales.
-con
tendencia a vivir con intensidad las experiencias.